Survival International ha tenido acceso a una serie de detallados planes de un consejo local de Botsuana occidental para el realojamiento forzoso de bosquimanos, a pesar de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que prohíbe su expulsión forzosa y de las garantías ofrecidas por el Gobierno acerca de que dichos desalojos no se producirían.
El pasado mes de junio los bosquimanos de la comunidad de Ranyane desafiaron con éxito ante los tribunales los intentos del Gobierno de expulsarlos de su tierra y destruir sus hogares.
Pero este nuevo informe, titulado “Reubicación de Ranyane fase II”, expone los planes del consejo del distrito de Ghanzi de iniciar el 12 de agosto de 2013 el realojamiento de los bosquimanos que sigan en Ranyane, con un coste de casi 900.000 dólares, y expulsar a “quienes se resistan”.
A pesar del dictamen judicial, el consejo planificó que los bosquimanos pasaran hambre en su tierra deteniendo el aprovisionamiento de servicios como las raciones básicas, pensiones y servicios sanitarios; cortando su suministro de agua y destruyendo las facilidades sanitarias y de salud.
Los bosquimanos de Ranyane fueron representados en el caso judicial de junio por el abogado británico Gordon Bennett, pero desde la sentencia no se le ha permitido entrar de nuevo en Botsuana, lo que ha generado un gran revuelo. De hecho, Bennett tenía que representar a sus clientes bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central el pasado mes de julio en un importante juicio, pero no se le permitió entrar en el país.
Los actuales planes para expulsar a los bosquimanos de Ranyane guardan un asombroso parecido con las brutales expulsiones de los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central entre 1997 y 2002, cuando cientos de ellos fueron obligados a salir de su tierra ancestral y sus pozos de agua fueron sellados. Las expulsiones fueron más tarde calificadas como “ilegales e inconstitucionales” por el Tribunal Supremo de Botsuana en la histórica victoria judicial de 2006.
En esta ocasión el Gobierno central se ha desvinculado de los planes del consejo y por medio de un comunicado ha declarado: “(…) en ningún caso debería [el consejo] o cualquier otra persona participar en un acto que razonablemente pueda ser considerado como un intento de realojar por la fuerza a los residentes que deseen permanecer dentro”.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “En lo que parece un giro de 180 grados, el Gobierno central ha afirmado categóricamente que los residentes de Ranyane no deberían ser expulsados a la fuerza. El mundo está pendiente ahora de que cumpla su palabra. Los ciudadanos de Botsuana deberían preguntarse qué significa para la democracia, la ley y el orden en su país que funcionarios locales ignoren deliberadamente la decisión del máximo tribunal de la nación. ¿Cuándo pondrá el régimen de Botsuana fin a esta persecución cruel e implacable? La justicia está tardando demasiado tiempo en llegar.”