EL CAIRO - El Ejército egipcio se desplegó el viernes en puntos vitales de El Cairo, según informaron medios estatales, mientras miles de seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi marchaban por las calles de la capital y en todo el país se convocaron protestas contra la sangrienta represión militar a islamistas.
La televisión estatal reportó que la policía y el Ejército combatirán firmemente cualquier violación de la ley. En tanto, fuentes médicas informaron que cuatro manifestantes murieron el viernes en la ciudad de Ismailia en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Cientos de personas murieron y miles más resultaron heridas el miércoles cuando las fuerzas de seguridad desalojaron dos campamentos de protesta en El Cairo contra el derrocamiento militar el 3 de julio del primer presidente democráticamente electo del país y que exigían su restitución.
El Ministerio de Salud ubicó la cifra oficial de muertos en 578, pero los Hermanos Musulmanes que apoyan a Mursi dicen que el Gobierno está ocultando una cifra mucho más elevada.
Decenas de vehículos blindados acordonarán las calles alrededor de zonas del noreste de El Cairo donde los islamistas han celebrado protestas exigiendo la restitución de Mursi, informó la agencia estatal de noticias. En esa zona y hacia el centro comenzaron a marchar el viernes miles de manifestantes.
En el centro de la capital se podían ver vehículos militares y se habían establecido puestos de control con soldados.
Los Hermanos Musulmanes habían pedido que millones de personas salieran a las calles, en un país que está profundamente polarizado y en el que se teme que se reanuden el viernes los enfrentamientos violentos entre los seguidores de Mursi y el Gobierno respaldado por los militares.
Los Hermanos Musulmanes convocaron a millones de personas a marchas en todo el país para mostrar su ira ante la feroz represión de las fuerzas de seguridad contra los islamistas.
Después de que manifestantes incendiaran un edificio del Gobierno el jueves en la capital, las autoridades dijeron que las fuerzas de seguridad responderían con fuego real a cualquiera que atacara las instituciones públicas o a la policía.
La masacre del miércoles es la tercera de seguidores de Mursi desde su derrocamiento, a pesar de lo cual los Hermanos Musulmanes han dicho que no darán marcha atrás en su enfrentamiento con los militares dirigidos por el general Abdel Fatah al-Sisi.
"Después de los golpes y arrestos y matanzas que estamos enfrentando, las emociones están demasiado elevadas como para ser guiadas por alguien", dijo el portavoz de los Hermanos Musulmanes Gehad El-Haddad.
Recuerdo de otro viernes
Los Hermanos Musulmanes acusan al Ejército de dar un golpe de Estado para derrocar a Mursi. Liberales y activistas jóvenes que apoyaron a las Fuerzas Armadas consideraron el derrocamiento como una respuesta positiva a las demandas del pueblo.