Por más de 16 años, el investigador Juan Bautista Kouri Flores ha estudiado el comportamiento biológico de la Osteoartritis, una enfermedad crónico-degenerativa de las articulaciones que afecta a los adultos mayores. Su última aportación consiste en un diagnóstico oportuno de la enfermedad identificando una molécula relacionada con la destrucción del cartílago.

La Osteoartritis se presenta como resultado de la destrucción del cartílago y del líquido sinovial de las articulaciones, dejando que el movimiento en las coyunturas lo realice solo el hueso, lo que se traduce en un intenso dolor y rigidez para quien padece la enfermedad.

La propuesta del especialista del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), es tomar muestras del líquido sinovial de las articulaciones para detectar la presencia de una molécula relacionada con la destrucción de cartílago.

“Lo que estamos proponiendo es emplear a esta molécula como blanco de diagnóstico temprano de la Osteoartritis. De modo que se realizarían pruebas para detectarla en personas con alto riesgo (adultos mayores con obesidad o sobrepeso). De esa forma podrían empezar un tratamiento con medicamentos que bloquen esa molécula.

“Las pruebas in-vitro que hicimos fue tomar una muestra de cartílago de roedores, les pusimos esta molécula y de inmediato se destruía el tejido. Cuando las bloqueamos con anticuerpos monoclonales comerciales comprobamos que no le pasaba nada al tejido”, añade el experto perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores.

La detección de esa molécula determinaría el desarrollo de la enfermedad, de modo que los científicos del Cinvestav proponen realizar la prueba en personas adultas con obesidad o sobrepeso para diagnosticar el padecimiento durante sus primeros estadios, y así poder tomar acciones para revertir su avance.

El concepto de emplear esta molécula en el diagnóstico oportuno del padecimiento no se había propuesto con anterioridad, por lo que el Kouri Flores decidió someterlo al registro de patente internacional, la cual se encuentra en proceso de análisis.

“El proceso de la enfermedad empieza con la transdiferenciación (cambio de acciones) de las células llamadas condrocitos, que de ser formadoras de tejido (cartílago) se convierten en su propio enemigo”, señala el investigador cubano-mexicano.

Ante la presencia de estímulos de agresión en las articulaciones, como puede ser una lesión o la carga constante que provoca el sobrepeso, los condrocitos tratan de defenderse, pero al seguir el estímulo destructivo este tipo de células empieza a sintetizar moléculas que destruyen al cartílago.

Considerado como el padecimiento crónico-degenerativo con mayor incidencia a nivel mundial, la osteoartritis tiene un origen multifactorial relacionado principalmente a la edad avanzada, sobrepeso y la práctica de ejercicios de alto impacto, aunque se presenta de manera más frecuente en el género femenino.

Al ser una enfermedad que afecta en forma importante a los adultos mayores, se espera que en las próximas décadas se disparen los casos de osteoartritis, por lo que investigaciones como la realizada por el Cinvestav pueden ser una diferencia significativa en la calidad de vida para millones de personas.

Datos del Consejo Nacional de Población estiman que para 2050 el número de mexicanos con esta enfermedad alcance los 20 millones. Sin embargo, también es posible que el padecimiento afecte a un porcentaje menor de personas jóvenes, sobre todo por causa de lesiones en las articulaciones debido a deportes de alto impacto.

A diferencia de otras enfermedades similares, como la artritis reumatoide, la Osteoartritis sólo afecta a las articulaciones y no otros órganos del cuerpo, por lo que su tratamiento puede estar orientado exclusivamente al cuidado de las articulaciones afectadas.