FORT MEADE – Al soldado de origen estadounidense Bradley Manning lo sentenciaron ayer miércoles a pasar 35 años en prisión militar tras la entrega de más de 700.000 documentos secretos a WikiLeaks, siendo la mayor filtración de información reservada en la historia de Estados Unidos.
La condena de la juez militar Denise Lind, que el mes pasado lanzó condenas al analista de inteligencia de 25 años por 20 cargos como espionaje y robo, fue mínima en comparación a los 60 años que hacían elocuencia a los fiscales.
Además, se podrá solicitar la libertad bajo fianza en unos 10 años, después de cumplir un tercio de su sentencia, tras descontársele los tres años que ya ha pasado en prisión más otros 112 días restados por el duro tratamiento sufrido tras su arresto hace cinco años.
Por este hecho, WikiLeaks ha calificado la condena de "victoria estratégica significativa".
La sentencia está considerada como una fuerte disuasión para otros que consideren exponer secretos gubernamentales de EEUU, según expertos y defensores de la transparencia.
"Es 17 veces mayor que cualquier sentencia jamás aplicada" por dar material secreto a la prensa, dijo Elizabeth Goitein, co-directora del Programa de Libertad y Seguridad Nacional de Centro Brennan de Justicia. "Está en línea con las sentencias por cargos de espionaje pagado por el enemigo".
"El Gobierno está buscando una disuasión general para futuros Bradley Mannings", dijo Jeffrey Walker, quien es analítico del derecho militar y profesor en la Universidad de Saint John. "Treinta y cinco años es un mensaje muy poderoso, creo que lo habrían enviado igual con menos de 35 años".
Manning, que vestía su uniforme militar, escuchó la sentencia sin mostrar reacciones en una breve vista celebrada en Fort Meade, Maryland, donde ha estado sometido a un consejo de guerra durante dos meses y medio.
Lind lamentó también que será dado de baja de forma deshonrosa del Ejército estadounidense y deberá renunciar a parte de su salario. Fue escoltado al salir del tribunal, mientras grupos de protesta gritaban "Bradley, estamos contigo".