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La construcción del canal interoceánico de Nicaragua, avaluado en US$40.000 millones, podría reducir la influencia de EE.UU. en Centroamérica, según un informe elaborado por David Franco, analista senior de Latinoamérica de Maplecroft.
"Desde una perspectiva geopolítica, un segundo canal podría redundar en una mayor erosión del poder de EE.UU. en Centroamérica, en especial si el gobierno chino interviene en una etapa posterior para financiar y operar el canal", consigna el informe.
En junio, se otorgó a la firma con sede en Hong Kong HK Nicaragua Canal Development Investment y a su rama local HKND el derecho de ejecutar y operar un canal interoceánico y cualquier otro tipo de infraestructura incorporada en el proyecto, que se implementará en virtud de un régimen exento de impuestos.
Anuncian "implicancias comerciales y geopolíticas de largo alcance"
Si el proyecto sigue adelante, Maplecroft estima que tendrá "implicancias comerciales y geopolíticas de largo alcance". La perspectiva de los inversionistas es positiva, a pesar de los riesgos de mediano plazo, como que la competencia con el Canal de Panamá podría reducir rutas y costos.
Sin embargo, dado el enorme nivel de inversión requerido para ejecutar el proyecto, "solo las tarifas subsidiadas tornarían al canal en una alternativa atractiva en sus primeros años de operación", a juicio de Maplecroft.
Aun cuando se considera que todo el proyecto es inviable, la ejecución de los subproyectos -la construcción de dos puertos, un aeropuerto, una ferrovía y una zona franca- igualmente mejoraría el entorno comercial del país.
Inquietudes respecto al impacto ambiental
No obstante, las inquietudes respecto al impacto ambiental, la oposición de grupos indígenas y el rechazo de las empresas extranjeras que ya están trabajando en proyectos extractivos a lo largo de la ruta propuesta del canal, probablemente desencadenen un aumento de los "riesgos legales, reputacionales y financieros asociados a las inversiones" en el mediano plazo.
Otras dudas que se han planteado incluyen la credibilidad del presidente de HKND, Wang Jing, y sus lazos con el gobierno de China. Wang "es un líder del sector de telecomunicaciones que no tiene experiencia en proyectos de infraestructura o en inversiones en Centroamérica", agrega el informe. Se ha sugerido que el gobierno chino pudiera estar detrás del proyecto.
En Nicaragua, el futuro de Daniel Ortega como presidente depende de la exitosa ejecución de la iniciativa. "Entre las posibles consecuencias de un fracaso se cuenta un cambio de gobierno en las próximas elecciones presidenciales", concluye el informe. Si el proyecto llega a buen puerto, el gobierno estima que duplicará el crecimiento del PIB hacia el 2015 y reducirá la tasa de extrema pobreza de 42% a 31% de aquí al 2019.