En un fuerte movimiento político en las calles, vestidos de rojo (color del chavismo), miles de oficialistas, liderados por el presidente Nicolás Maduro, realizaron una marcha por el oeste de Caracas, de la Plaza Venezuela a la Asamblea Nacional; en tanto que los opositores, liderados por Henrique Capriles, se concentraron en el este de la capital, bastión de la oposición, para evitar posibles enfrentamientos.
“He emprendido una lucha contra la corrupción (...) Aquí no hay intocables. Caiga quien caiga vamos con todo a construir una nueva ética política. Duro, duro contra la corrupción y contra el capitalismo corruptor”, gritó Maduro desde la tarima instalada fuera de la Asamblea.
En el otro extremo de Caracas, en una tarima, Capriles, gobernador del estado de Miranda, hizo un llamado a los venezolanos votar en las elecciones municipales de diciembre en masa para castigar al Gobierno y arremetió contra el jefe del parlamento, Diosdado Cabello, de quien dijo “es el más corrupto del país”.
Maduro hizo acusaciones ayer a la cadena Globovisión, vendida en mayo pasado por un empresario opositor, de seguir “conspirando contra la paz” en Venezuela y de ser cómplice de “corruptos” durante el marco del proceso iniciado por corrupción contra el diputado opositor Richard Mardo, a quien la semana que pasó se le fue retirada la inmunidad parlamentaria y quien según Maduro, es presentado como “un pobre muchachito que no ha hecho nada” por Globovisión.