SAO PAULO - El gobierno de Brasil hizo el anuncio que enviará al Ejército para realizar intentos de retirar a las bandas criminales armadas que ocupan ilegalmente una reserva indígena en la Amazonia como parte del tráfico ilegal de madera.

"Sabemos que habrá resistencia, que allí no hay ocupantes de buena fe, pero la ley deberá ser cumplida", dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.

El diario O Globo informó que el año pasado, bandas criminales armadas al servicio de los traficantes de madera que derriban ilegalmente la selva amazónica en el estado de Maranhao, le ganaron batallas a las fuerzas policiales y militares que realizaban un operativo de fiscalización.

Los armados escaparon prendiendo fuego a un puente en el municipio de Varig, sur de Maranhao.

El diario O Globo divulgó una operación de la estatal Fundación del Indio (Funai) mediante el renombrado fotógrafo social Sebastiao Salgado para proteger de las mafias a los 400 indígenas de la tribu Awá, en el interior del estado norteño de Maranhao.
Según la denuncia de O Globo, el pueblo Awá es uno de los más aislados del mundo de la conquista occidental. Apenas en 1979 el pueblo Awá tuvo el primer contacto con el hombre blanco brasileño.

El gobierno de la presidenta Dlma Rousseff prepara la operación con hombres del Ejército, Policía Federal y agentes de la Funai para este semestre para liberar al pueblo Awá de la acción de la mafia de la madera en la Amazonia.

La disputa por las tierras es la principal causa de violencia en la Amazonia brasileña.

La acción de los madereros se realiza en la Tierra Awa-Guajá, que es propiedad de la Unión como reserva indígena de 116.582 hectáreas. Con el avance de los pistoleros, muchos hacendados crían ganado en tierras indígenas y están acusados de falsificar los títulos de propiedad, una práctica habitual en la formación de las oligarquías brasileñas. La tierra se encuentra dentro de la Reserva Biológica Gurupi creada en 1961.