Los indígenas guaraníes de Brasil han exhortado a Coca-Cola para que deje de comprar azúcar al gigante de la agroalimentación estadounidense Bunge, que ha estado involucrado en un escándalo de apropiación de tierras.
Un reciente informe de Oxfam desvelaba que Coca-Cola está obteniendo azúcar de Bunge, que a su vez compra caña de azúcar de la tierra robada a los guaraníes para producir biocombustibles “manchados con sangre indígena”.
Un portavoz guaraní declaró a Survival International: “Coca-Cola debe dejar de comprar azúcar a Bunge. Mientras estas empresas se benefician, nosotros nos vemos forzados a soportar hambre, miseria y asesinatos”.
Los 370 guaraníes de la comunidad de Jata Yvary en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul han perdido la mayor parte de su tierra ancestral a manos de las plantaciones que venden caña de azúcar a Bunge, y están condenados a vivir en una diminuta parcela de tierra completamente rodeada por estos cultivos.
Los indígenas padecen graves problemas de salud como resultado de los pesticidas tóxicos usados en las plantaciones y lamentan la pérdida de su bosque, del que dependían para obtener alimento, medicinas y refugio.
Arlindo, líder de Jata Yvary, explica en un emotivo llamamiento: “[Los terratenientes] han destruido casi todo, nuestra fruta nativa, nuestros recursos. Esparcen pesticidas desde avionetas. A los niños les duele la cabeza y empiezan a vomitar”.
Los guaraníes son la otra cara de la creciente demanda mundial de biocombustibles. La mayor parte de la tierra de esta tribu ha sido robada y ocupada por poderosos terratenientes que la utilizan como pasto de ganado y para la producción de soja y caña de azúcar.
Los líderes guaraníes están siendo perseguidos y asesinados sistemáticamente mientras abogan por sus derechos territoriales. La desesperada situación que atraviesa esta tribu ha llevado a muchos de sus integrantes a quitarse la vida: registran una tasa de suicidio 34 veces superior a la media nacional de Brasil.
Ambrósio Vilhalva, guaraní conocido internacionalmente por su interpretación en la galardonada película Birdwatchers que documenta la situación de los guaraníes, ha sido el último líder indígena asesinado.
Coca-Cola se comprometió recientemente con la política de tolerancia cero de Oxfam ante el acaparamiento de tierras y a “reconocer y salvaguardar los derechos de las comunidades y pueblos tradicionales para mantener el acceso a la tierra y a los recursos naturales”.
Survival ha apremiado a Bunge para que deje de comprar caña de azúcar procedente de la tierra guaraní, ha escrito a Coca-Cola y ha pedido repetidamente a las autoridades brasileñas que demarquen la tierra guaraní con la máxima urgencia antes de la Copa Mundial de la FIFA 2014.
Stephen Corry, director de Survival International, declaró hoy: “Las empresas multinacionales son maestras en desviar las críticas con promesas de cambio, pero su política no sirve de nada cuando esta no viene acompañada de acciones concretas. Para tomar en serio el compromiso de Coca-Cola, la empresa debe dejar de comprar azúcar a Bunge. Mientras el acuerdo con esta empresa continúe, la promesa de Coca-Cola contra el acaparamiento de tierras carece de sentido”.