El principal investigador de armas químicas de la ONU en Siria afirmó que debería existir una nueva investigación para encontrar quién fue responsable de los ataques que causaron la muerte de cientos de personas en ese país azotado por el conflicto.
Ake Sellstrom fue el líder de un equipo que confirmó el uso de armas químicas en un ataque a gran escala ejecutado el 21 de agosto cerca de Damasco, y su probable uso en otros cuatro lugares contra civiles y soldados. El mandato de su equipo era decidir si se utilizaron armas químicas, no culpar sobre quién fue el responsable.
El funcionario dijo en una entrevista con The Associated Press que si no existe una rendición de cuentas, "va a ser triste". Sellstrom dijo que usar armas químicas es "un crimen horrible... por lo que es lógico que esto debe ser objeto de seguimiento y llevado a una corte de algún modo, o llevado a un tribunal, o llevado a algo".
Agregó que su equipo reunió "un montón de hechos", pero no los suficientes para aclarar quién era "el culpable de esto" para señalar quién utilizó armas químicas, dijo Sellstrom, es neesaria una investigación mucho más profunda.
Señaló a periodistas que su equipo no posee la libertad de una fuerza policial para llevar a cabo su investigación. Hay "un montón de otros hechos con el gobierno sirio, con la oposición, con varias capitales", dijo a la AP, tomando en cuenta una posible información sobre el transporte de las armas químicas, las milicias y conversaciones que podrían haber sido escuchadas y registradas, así como otro tipo de inteligencia.
También se podría encontrar testigos clave en Siria y en los sitios de los ataques, agregó."Alguien tiene que haber dado la orden", dijo Sellstrom. "Debería haber habido consecuencias en alguna parte y deberíamos ser capaces de recogerlo si hay gente que está dispuesta a dar esa información a un Estado miembro o para esa investigación".
El secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, hizo la petición de la rendición de cuentas por los ataques con armas químicas cuando se dirigió a la Asamblea General y el Consejo de Seguridad ante las conclusiones de Sellstrom, y aseguró que los autores de "violaciones flagrantes" a los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario deben ser llevados ante la justicia.