TOKIO - Japón "muestra los músculos" e hizo la aceptación de nuevas líneas relativas a la "estrategia nacional sobre seguridad", un plan que demuestra las tensiones en aumento con China con respecto a la soberanía de las islas Senkaku, que son controladas por Tokio y reivindicadas por Pekín con el nombre de Diaoyu.
El gobierno tomó la decisión de incrementar en un 5% los gastos militares en los próximos cinco años para preparar a las Fuerzas de Autodefensa de equipamiento "destinado" a la tutela de los territorios más lejanos, por un monto de 24.670 mil millones de yenes (175 mil millones de euros) entre 2014 y 2019. En el programa, que estima sus vínculos más estrechos con Estados Unidos, Corea del Sur, Australia, India, la Unión Europea y los países del Asean, se comienza la revisión de los términos de la exportación de armas, confirmando un vuelco de las políticas restrictivas.
También se agrega que la compra de drones (aviones sin pilotos), aviones de despegue vertical, medios anfibios, misiles, helicópteros de transporte de tropas, aviones caza F35A, submarinos y destructores con tecnología Aegis para tener seguro su control de las más de 6.800 islas (según datos del gobierno) del archipiélago nipón, incluyendo las más remotas.
El plan tiene otra piedra angular en los propósitos del premier conservador, Shinzo Abe, calificando que se debe reforzar la defensa y aliviar las restricciones dispuestas en la posguerra sobre las fuerzas armadas.
Japón, después de la pesada derrota en la II Guerra mundial, tiene una Constitución "pacifista" impuesta por Estados Unidos que prohíbe la creación de fuerzas armadas y sólo las de autodefensa.
El cambio más "proactivo", con la firmeza china, apunta al concepto de defensa "dinámica", integrando la operatividad de las Fuerzas de Autodefensa y la creación de una unidad anfibia similar a los marines norteamericanos.
El documento reconoce "un ambiente circundante cada vez más severo", visto también la amenaza nuclear de Corea del Norte, condena la política agresiva de Pekín y ratifica que la zona de identificación aérea china definida el 23 de noviembre es "incompatible con las leyes internacionales". "La estrategia de seguridad es protegida para hacer nuestra política exterior clara y transparente en el país y el exterior", comentó Abe, asegurando que Japón pueda dar "contribuciones a la paz y la seguridad global".