Aproximadamente cien mil manifestantes hicieron una resistencia ante la policía y se reunieron en el centro de la capital de Ucrania ayer domingo, haciendo un desafío a una nueva prohibición gubernamental de protestas en la Plaza de la Independencia, en la mayor muestra pública de furia por la decisión del presidente de no aceptar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
La policía aceptó el permiso con un acto de realizase pacíficamente la reunión, pero cuando varios miles de manifestantes hicieron el intento de ingresar al vecino edificio presidencial con una pala mecánica, la policía antimotines comenzó a utilizar gas lacrimógeno, garrotes y granadas aturdidoras para rechazarles. Decenas de personas con heridas en la cabeza fueron sacadas del lugar en ambulancias.
Viniendo de políticos opositores que encabezaron la marcha realizaron una conferencia de prensa para pedir calma. Vitaly Klitschko, campeón mundial de boxeo y líder del partido opositor Udar, lanzó críticas a los intentos de ingresar al palacio presidencial, diciendo que eran un esfuerzo para provocar al gobierno a declarar el estado de emergencia. Le pidió a los manifestantes a seguir en la plaza en una protesta pacífica.
El Ministerio del Interior informó que el choque comenzó por unas 200 personas enmascaradas que hicieron del uso de una pala mecánica para tratar de romper las líneas policiales y usaron gas contra la policía. Hablando en el acto desde el techo de un autobús, líderes opositores hicieron la exigencia de renuncia del presidente Viktor Yanukovich y su gobierno. Llamaron además a una huelga general y a que se instauren tiendas de campaña para permitir a los manifestantes quedarse en la plaza 24 horas al día."Nuestro plan es claro: No es una manifestación. No es una reacción. Es una revolución", dijo Yury Lutsenko.
Cantos de "revolución" se escucharon en medio de un mar de banderas ucranianas y de la UE en la plaza, donde el gobierno había prohibido manifestaciones a partir del domingo. La muchedumbre fue la mayor desde el inicio de las protestas hace más de una semana. Muchos de los participantes viajaron a Kiev desde el occidente de Ucrania, donde el sentimiento pro UE es especialmente fuerte.
"Estamos furiosos", dijo el empresario retirado Mikola Sapronov, de 62 años. "Los líderes deben renunciar. Queremos Europa y libertad".Kiev ha sido escenario de protestas diarias desde que Yanukovich abandonó los planes para firmar un acuerdo de asociación con la UE que habría establecido esencialmente comercio libre y profundizado la cooperación entre Ucrania y el bloque europeo.
El presidente ucraniano argumentó que su país no puede darse el lujo de sacrificar el comercio con Rusia, que trató de bloquear el acuerdo prohibiendo la importación de algunos productos ucranianos, reduciendo suministros de gas y amenazando más sanciones comerciales. Una disputa en 2009 entre Kiev y Moscú sobre el precio del gas ocasionó una interrupción del servicio de gas por tres semanas a Ucrania.