La población nicaragüense se tomó el comercio. Como nunca los centros comerciales y el populoso mercado oriental estaban abarrotados de compradores que circulaba y compraba en una interminable romería humana que indicaba una reactivación de las ventas . Hoy 24 de diciembre, día de la noche buena, el comercio desde hace días indicaba buenos resultados, según afirmaron comerciantes entrevistados. Hoy se esperan mejores beneficios por las ventas.

El populoso mercado oriental en Managua, capital de Nicaragua en Centroamérica, estaba lleno de gente que compraba el juguete para los niños o el estreno de navidad. La realidad es que las personas en un consumismo desbordante colmaban las tiendas lo cual indicaba una obsesión por comprar. Los pobladores parecían afectados de la ansiedad y la rapidez por comprar y comprar obsesivamente, según notamos en Metrocentro donde estuvimos por un rato observando el actuar de los consumidores obsesivos.

Hay que recordar que esa situación se vivió en noviembre durante el viernes negro que se implementó en Estados Unidos y ahora se extendió desde noviembre de este año en muchos centros comerciales del país. Ahora se repite el mismo ciclo. En esos lugares y en otros similares los clientes que llegaban con sus vehículos no daban abasto para estacionarse porque la capacidad había sobrepasado. Es la mejor época del año y generalmente la población compra en efectivo y las tiendas y establecimientos comerciales ofrecen sus servicios desde horas de la mañana hasta muy tarde. Los compradores hacen sus adquisiciones generalmente en efectivo y es muy poco el uso de las tarjetas de crédito, según manifestaron comerciantes consultados.

El día del viernes negro a finales de Noviembre de este año el efectivo fue el medio de pago más frecuente ya que por esta época las remesas familiares entran masivamente al país de Estados Unidos y de otras áreas del planeta como España, que se ha convertido a pesar de la crisis de la eurozona, en un lugar preferido de mujeres que viajan a laborar en atención de los ancianos y niños españoles. Ellas envían remesas a sus familiares que gastan en forma intermitente lo que tal vez nunca tuvieron. La gente compra y compra es lo que pudimos mirar en forma obsesiva al recorrer los principales centros comerciales de Managua y de otros lugares de la capital de Nicaragua que ha entrado al consumismo desbordante.