Hay cambios de opinión sobre el tema de la reelección presidencial que irían en las reformas parciales de la Constitución Política. Así lo expresó a periodistas el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor René Sándigo, quien dijo que “hay que ser flexibles y abiertos”.

Rechazó sin embargo el prelado Sándigo , y lo dejó establecido, que no debe de darse paso al continuismo en el poder y deben de darse pasos a relevos.

Sándigo, estuvo en la celebración de los 100 años de creación de la provincia eclesiástica de Nicaragua, y dijo que “no es conveniente estar cortando etapas rápidamente, y eso presiona mucho para que las autoridades se enfoquen en metas de corto plazo y estas no sacian las necesidades del pueblo”, señaló el alto jerarca católico.

Las declaraciones cambian con la posición mantenida el pasado 22 de noviembre por la iglesia católica ante la comisión especial constitucional, donde los sacerdotes se oponían a las reformas constitucionales, ya que afirmaron que estaban orientadas “a favorecer el establecimiento y perpetuación de un poder absoluto”.

Ahora se dio un cambio sorpresivo como son las cosas en la sociedad nicaragüense donde no todo está dicho definitivamente. Monseñor René Sándigo también se mostró abierto a las reformas a la Constitución cuando había manifestado otra opinión en la cual decía que no existía en el país una separación de poderes, e instaban al cumplimiento de la misma ley.


El prelado Sándigo dice que se debe estar abiertos a la posibilidad de la reelección presidencial, pero con el cuidado para que nadie vaya a eternizarse en el poder, dijo monseñor Sándigo, ya que “ese extremo es también peligroso”.

“Cuando se anquilosa, se perpetua una institución y una persona, ya en el futuro sus capacidades y sus cualidades no son las mismas y detrás de esas personas hay otras con ideas nuevas, con capacidades nuevas y con creatividad”, afirmó el alto cargo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, CEN.

Señaló “ si la reforma permite esa amplitud de tiempo, también se debe garantizar que no sea una perpetualidad”, afirmó monseñor Sándigo, quien añadió que si el funcionario ha administrado bien, será la población quien lo premie o lo castigue con los votos.