Cuando nos enfrentamos a una situación de supervivencia, que envuelva la posibilidad de afectar la vida, incluso la posibilidad de perder nuestra integridad física, las personas reaccionan con lo que se acepta tal como situación de supervivencia.

El estrés de supervivencia se sostiene en el deseo de vivir, que se enfrenta con la amenaza inminente del entorno, hacia la supervivencia.

Por lo general nosotros, consideramos inmediatamente en medio de una contingencia la opción de que ésta nos afecte y no podamos superarla.

Está evaluación provoca una tensión anímica, que si está fuera de dominio, nos impedirá decidir los actos mucho mejores para refugiarnos.

El primer paso para solucionar una tensión y dominarla, podría ser que aceptes la condición que estás viviendo, admite que eres uno del grupo sobreviviente del desastre que haya ocurrido.

Aún no has tenido en cuenta él ambiente, por lo que será normal que sientas rápidamente una sensación de miedo. Mientras este miedo esté dominado, hará que pongas aquí en funcionamiento un complicado y eficiente sistema de protección. Tus sentidos se agudizarán, podrás tomar acciones de protección, te volverás más cuidadoso, y adoptarás una buena postura.

Pero si no logras controlar el miedo, y dirigirlo a acciones sensatas, admitirás que la situación complicada te rebasará, te desesperarás y este miedo se transformará en pavor.

Este pavor es miedo irracional, es miedo más ansiedad, y origina angustia, indecisión, baja tus fuerzas físicas y confunde él juicio.

Las dos manifestaciones emocionales: miedo dominado, pavor descontrolado, conforman el stress de supervivencia.

Podría ser aceptable que al verte en una situación riesgosa o simplemente desconocida, intentes huir como respuesta inmediata.

Déjame explicarte que tratar escapar de cualquier forma podría no resultar apropiado. El permitirse llevar por la insensatez, en la tentativa de salvaguardarnos, nos puede conducir a una situación peor, inclusive podemos ocasionar la muerte de otras personas. También tenemos la posibilidad de perder equipos o la oportunidad de sobrevivir en mucho mejores circunstancias si no tomamos la actitud de ser cuidadosos.

El propósito principal en este estado de stress de supervivencia, es disminuir el daño colectivo y aumentar las posibilidades de sobreponernos.

Es por ello que deberías confrontar tus miedos y alejarte de la ansiedad. Las emociones juegan en contra a el momento de razonar y actuar en consecuencia de ello.