Washington - El presidente de EEUU, Barack Obama, solicitó a los republicanos permitir en el Congreso el incremento del tope de la deuda nacional, asunto que observa innegociable, para prevenir un caos en los mercados financieros o una nueva recesión.
Desde su última rueda de prensa de su primer mandato, realizada por sorpresa, Obama dejo sentado que no permitiría a los republicanos dobleguen el cabildeo para elevar el techo de la deuda, que ahora es de 16,4 billones de dólares, iguales al PIB, a los recortes al gasto público.
"El techo de la deuda no es una cuestión de autorizar más gastos...simplemente permite que el país pague los gastos a los que el Congreso ya se ha comprometido", aclaró publicamente el mandatario, a seis días de su investidura para el segundo mandato.
"Los republicanos en el Congreso tienen dos opciones: pueden actuar de forma responsable y pagar sus cuentas, o actuar de forma irresponsable", subrayó.
Estados Unidos no es un país "moroso" pero "las consecuencias de no pagar nuestras facturas serían desastrosas" y además una "herida autoinfligida en la economía", advirtió.
Entre uno de sus ejemplos citados vio la posible demora en el desembolso de los beneficios del Seguro Social para los adultos mayores y en ayudas para los veteranos, o la posible bienvenida de una nueva recesión.
En el encuentro, en el que fueron respondidas siete preguntas, Obama solicitó un mayor control de las armas de fuego y una reforma migratoria, aunque se logró centrar en las batallas políticas se asoman para subir el techo de la deuda y disminuir el gasto público con el fin de reducir el déficit, situado en torno al 8,5 % del PIB en 2012.