» Barack Obama, es el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos y renovó su cargo como manda la tradición ante el pueblo.
foto |
|
Barack Obama se convirtió en el 44º presidente de Estados Unidos ayer cuando juró ante la nación para su segundo y último mandato ante centenares de miles de personas al pie del Capitolio, con un renovado llamamiento a la unión ante los desafíos que enfrenta el país. Es el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos y renovó su cargo como manda la tradición ante el pueblo, un día después de haber sido investido oficialmente, como dicta la Constitución.
Para enfrentar los obstáculos económicos, para resolver el desafío educativo, para solucionar problemas como la inmigración ilegal o el cambio climático, “ahora más que nunca debemos hacer estas cosas juntos, como una sola nación y un solo pueblo”, dijo.
Fue un discurso más corto que hace cuatro años, ante una situación política más complicada, con el Congreso en manos parcialmente de la oposición republicana. La muerte de rehenes, entre los cuales había estadounidenses, tras un secuestro en una planta de gas en Argelia la semana pasada, nubló también la atención del inicio de este segundo mandato del demócrata.
Las prioridades
Obama aprovechó la oportunidad para delinear algunas de las prioridades de su segundo gobierno en el plano internacional y doméstico. “Estados Unidos seguirá siendo un faro de alianzas fuertes en todos los rincones del mundo”, prometió.
El secretario para los Asuntos de los Veteranos de Guerra, Eric Shinseki, fue el funcionario elegido para permanecer en una ubicación segura, como sucede en cada toma de posesión presidencial.
Siguiendo una tradición que data de la Guerra Fría, un integrante del gabinete debe ser resguardado en un lugar seguro cuando todo el Poder Ejecutivo está reunido en un solo sitio para la juramentación de Obama frente al Capitolio en Washington.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Shinseki fue el ministro seleccionado para permanecer alejado de las celebraciones, a las que también asistieron los miembros del Congreso y de la Corte Suprema, para garantizar así que haya una sucesión de poder en caso de un ataque o de otra crisis.
Shinseki fue el primer estadounidense de origen asiático en convertirse en un general de cuatro estrellas.
En la primera toma de posesión de Obama, en enero de 2009, el designado para permanecer en sitio seguro fue el entonces secretario de Defensa Robert Gates.
También aseguró que la batalla frente al cambio climático será uno de los puntos de preocupación centrales de su gestión. “Responderemos a la amenaza del cambio climático, conscientes de que si no lo hacemos, estaremos traicionando a nuestros niños y a las futuras generaciones”, dijo Obama.
“Una mejor bienvenida”
El presidente Barack Obama llamó a sus compatriotas a dar “una mejor bienvenida” a los inmigrantes, delineando la que podría ser una batalla por una reforma migratoria integral que satisfaga a uno de sus principales sectores de votantes: los hispanos.
La Carta Suprema estadounidense establece que el mandato presidencial empieza al mediodía del 20 de enero tras las elecciones. Cada vez que ese día cae en domingo, el juramento se hace al día siguiente a los pies del Capitolio, la sede del Congreso. Es la séptima vez que el presidente estadounidense jura su cargo un 21 de enero.
Frente a la larga explanada conocida como el “Mall”, una multitud de unas 800,000 personas agitaban banderas y mostraban pancartas celebrando “4 more years”, cuatro años más de presidencia demócrata. La asistencia es considerablemente inferior a los 1,8 millones de 2009, pero el ambiente es igual de entusiasta.
El vicepresidente Joe Biden juró también su cargo por segunda vez ante la juez hispana de la Corte Suprema Sonia Sotomayor.
Michelle Obama lucía un abrigo estampado de tono gris azulado, mientras que las hijas --Sasha y Malia-- lucían sendos vestidos de tonos violetas. La ceremonia tuvo lugar en medio de fuertes medidas de seguridad, con bloques de cemento, vehículos militares con los colores de camuflaje, francotiradores en los tejados de los edificios.
Obama y su esposa Michelle almorzarán en el Capitolio tras la ceremonia, con centenares de invitados, para dirigirse luego a la Avenida Pensilvania y encabezar un desfile hasta el número 1600, la dirección de la Casa Blanca.
Ahí, en un nuevo estrado construido como es tradicional ante la entrada norte de la mansión, presenciaron el paso de las bandas militares y de escuelas de todo el país. La jornada se cerrará con dos bailes de investidura, animados, entre otros, por Katy Perry, Stevie Wonder y el grupo mexicano Maná.
Antes de lograr los cambios sobre dos prioridades: la reforma migratoria integral y una iniciativa para endurecer la venta de armas, Obama tiene ya otra pulseada con los republicanos, y a muy corto plazo: el cierre de la negociación para tratar de elevar nuevamente el techo para la deuda pública.
|