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A mediados de marzo será electo el nuevo Papa.
El Vaticano , Roma - El papa Benedicto XVI anunció este lunes, durante un discurso en el Vaticano, que renunciará el próximo 28 de febrero, porque ya no tiene "fuerzas" para dirigir la Iglesia católica a causa de sus 85 años de edad, informó la Santa Sede.
"El Papa anunció que renunciará a su ministerio a las 20h (19h GMT) del 28 de febrero. Comenzará así un período de 'sede vacante'", afirmó el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, en un anuncio prácticamente sin precedentes en la Iglesia católica.
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio", indicó Benedicto XVI en latín ante el Consistorio del Vaticano, según la traducción en español proporcionada por la Santa Sede.
El pontífice subrayó que, "en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu". "(Ese vigor) ha disminuido en mí [en los últimos meses] de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", añadió el Papa.
En un libro de entrevistas de 2010, el Papa ya había hablado de la posibilidad de renunciar en caso de que no estuviera en condiciones de continuar. Para expresar su sorpresa ante el anuncio de la renuncia, el decano de los cardenales, Monseñor Angelo Sodano, habló de un "trueno en un cielo sereno".
El jefe del Gobierno italiano en funciones, Mario Monti, dijo por otra parte estar "muy afectado" por el anuncio. El único precedente de la renuncia de un Papa remonta al año 1294, cuando Celestino V abdicó antes de ser consagrado. Antes de ser designado Papa, había vivido como un ermitaño y no se sentía preparado para asumir la máxima responsabilidad de la Iglesia.
El papa Benedicto XVI saluda tras una misa oficiada el sábado 9 de febrero en la basílica de San Pedro del Vaticano. Benedicto XVI anunció este lunes, durante un discurso en el Vaticano, que renunciará el próximo 28 de febrero, porque ya no tiene "fuerzas" para dirigir la Iglesia católica a causa de sus 85 años de edad, informó la Santa Sede.
Texto de la renuncia de Benedicto XVI
ROMA - A continuación, el texto del discurso que Benedicto XVI pronunció en latín a los miembros del consistorio vaticano en el que anunció sus planes de renuncia el lunes. Fue distribuido por el Vaticano en un comunicado:
"Queridos hermanos, Os he convocado a este consistorio no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.