ANKARA - Al menos 13 personas fallecieron ayer y otras 40 se encuentran heridas en un atentado con coche-bomba en el paso de frontera de Cilvegozy, entre Siria y Turquía, en tanto el presidente Bashar al Assad dijo que "no cederá a las presiones".

Las víctimas mortales fueron siete sirios y cinco turcos, detallaron fuentes turcas. Un microbús de color rojo, con placas sirias, de acuerdo a las autoridades turcas, explotó en la zona fronteriza entre dos puestos de control. El del suelo sirio se encuentra en manos de rebeldes.

Versiones de un alto responsable del Consejo Nacional Sirio, Abdel Basset Sayda, el atentado tiene programación para que coincidieran al paso de una delegación de altos dirigentes de la oposición siria en la frontera.

En tanto, el mandatario Assad manifestó que "no cederá" posiciones pese a las "presiones" y el "complot" que según estimó se ejercen sobre Damasco.

Assad, en declaraciones reportadas por la agencia oficial Sana, después de una reunión con delegados jordanos, declaró que Damasco es el "corazón del arabismo".

Siria "no cederá sobre sus principios por más fuertes que sean las presiones ni ante las formas que pueda tomar el complot, que no golpea sólo a Siria, sino a todos los árabes".

Las afirmaciones de Assad vienen en momentos en que el jefe de la oposición, Ahmed Moaz al-Khatib, hace un llamado a Damasco a su propuesta de diálogo.