» El Obispo Emérito, Pedro Lisímaco Vílchez fue de los pocos privilegiados en saludar a su santidad Juan Pablo II, cuando vino a Nicaragua en el año 1983.
foto |
|
La iglesia católica decretó 3 días de duelo desde el pasado 19 de febrero día de su fallecimiento a las 8:15 minutos de la mañana. El finado Obispo Emérito de Jinotega estuvo en ese cargo desde el 6 de septiembre del año 1984 hasta el 24 de junio del 2005. Pasó dos años en una situación delicada en su estado de salud. Tenía 83 años de edad.
Los restos del prelado serán sepultados en la Catedral de Jinotega , confirmó el actual obispo de la diócesis de Jinotega ,monseñor Carlos Enrique Herrera. Ayer iniciaron los preparativos de la fosa donde descansará eternamente el obispo Vílchez. Se espera para los funerales la llegada de sus familiares en el exterior.
El Obispo Emérito, Pedro Lisímaco Vílchez fue de los pocos privilegiados en saludar a su santidad Juan Pablo II, cuando vino a Nicaragua en el año 1983. La policía mantiene cerrada las calles de acceso a la catedral y la casa donde vivía el Obispo Vílchez para mantener el orden por la gran afluencia de personas que se esperan lleguen a sus honras fúnebres.
El 24 de junio del 2005 entregó la Diócesis de Jinotega, al actual obispo, monseñor Carlos Enrique Herrera, quien dijo que desde entonces es obispo emérito de Jinotega. Afirmó que la muerte del obispo Vílchez “enluta a la Iglesia católica, no solo por ser el primer obispo de Jinotega, sino porque preparó el camino de esta Diócesis por más de 20 años promoviendo el crecimiento en la fe y realizando obras sociales”, dijo.
|