Unas 500 millones de personas en el mundo están clasificadas como obesas, solo en Estados Unidos de America un 60% de su población está clasificada con sobre peso u obesidad, el aproximadamente el 25% de su población está clasificada con obesidad, si bien los números en este año arrojan una pequeña disminución, no es suficiente para combatir esta enfermedad.
Recientemente fue publicado en la revista ‘Obesity Journal’ un estudio realizado por la Unidad de Genética del Complejo Hospitalario Universitario de Badajo (CHUB), este estudio sobre la obesidad identifica una región genética que supone un riesgo de heredar y transmitir el desarrollo de la obesidad, este está situado en una zona del gen FTO en el cromosoma 16.
este trabajo evidencia la importancia de la herencia de la obesidad y la relación que existe en la aparición severa en la infancia. se calcula que este riesgo puede llegar al 34% en los individuos que han heredado de ambos padres este riesgo, con un efecto mayor entre las mujeres.
También señalan el uso de técnicas para analizar el perfil genético para así poder prevenir esta enfermedad de forma temprana.
El sobre peso, se convierte así en una amenaza a la salud, recientes estudios demuestran que las mujeres obesas a las que se le realiza cirugía electiva de senos, como una reducción o una reconstrucción de los senos, tienen casi doce veces más probabilidades de sufrir complicaciones tras la operación que aquellas mujeres que no obesas, por lo que al evaluar el riesgo quirúrgico de una paciente, debe tomarse en cuenta la obesidad.
Es por ello que hoy más que nunca se hacen más importantes las investigaciones en esta materia, anteriormente, estudios sugerían que el estilo de vida agitado que llevamos en estos tiempos modernos influye en gran medida a la obesidad, en el Reino Unido se llevará a cabo uno de los primeros experimentos sobre la velocidad con la que comemenos y la forma como esto cambia el apetito y la tasa con la cual se quema energía.
Adelgazar se está volviendo cada vez más imperante, no solo por motivos estéticos, sino más bien, como una necesidad de salud, ya que en un futuro puede generar problemas serios en la salud, diábetes, hipertensión, etc.
Un cambio en nuestros hábitos alimenticios, como el comer despacio, evitar los alimentos altos en calorías y grasas, chequear de forma periódica nuestro peso, realizar actividades al aire libre, ejercicio, tomar abundante agua, etc. es una realidad que tarde o temprano tendremos que asumir si queremos mejorar nuestra salud.