El alcalde de Acapulco, Luis Walton, solicitó ayuda casi llorando al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para lograr hacerle frente a las "bastantes necesidades" que afronta la ciudad, especialmente en materia de seguridad.

Walton trajo a la memoria de Peña Nieto que se comprometió en una reciente visita a Acapulco que "le iba a dar el apoyo". Sin embargo, "hasta el día de hoy no vemos visto el apoyo del presidente de la República", ha lamentado desde el barrio de Barra Vieja, donde seis españolas resultaron violadas el pasado fin de semana.

El edil de Acapulco logró reunirse ayer con el cónsul de España y con representantes de empresas locales, en un intento por "dar la cara" ante un hecho que ha vuelto a sacudir una ciudad que tiene en el turismo como uno de sus principales motores económicos.

"Le estamos exigiendo al presidente que regrese a ver a Acapulco, que también es parte de la República", ha indicado el alcalde, en una comparecencia interrumpida por la emoción y en la que hasta derramó lágrimas.

Walton, que ha dicho estar "conmovido por lo que le está pasando a Acapulco", ha extendido este llamado a las empresas que brindan servicios turísticos en la zona y a los propios acapulqueños. Hizo también un pedido a la población a denunciar "a cualquier delincuente", aunque sea "anónimamente".

Las distintas administraciones políticas mantienen una colaboración con la Procuraduría General de Justicia, el Ejército, la Marina y la Policía, entre otras instituciones, para lograr evitar el ataque y detener a los responsables.

El Gobierno de Guerrero ha divulgado y hecho público un comunicado a través del cual se advierte que la agresión al grupo de turistas "no quedará impune". Para aumentar y lograr la búsqueda de los atacantes y prevenir futuras agresiones, las autoridades han aceptado fortalecer el refuerzo del Operativo Guerrero Seguro.

El Ejecutivo estatal mantiene una "constante comunicación" con las autoridades consulares españolas mientras "garantiza todo el apoyo a las víctimas".