Catalina, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe Guillermo, estuvo en parto y dio a luz ayer lunes por la tarde a un niño, tercero en el orden de sucesión al trono del Reino Unido, divulgó el palacio de Buckingham.
Los servicios reales hicieron cambios del plan a última hora, por temor a una filtración, publicando un comunicado urbi et orbi, después de haber informado al primer círculo de la familia de los Windsor, comenzando por la reina Isabel y el príncipe Felipe.
"No podríamos estar más felices", aseguró el príncipe Guillermo ante el nacimiento de su hijo, de acuerdo a un breve comunicado. El anuncio del feliz acontecimiento trajo de inmediato en las redes sociales y fue recibido por aplausos de parte de los turistas agolpados frente a las pesadas puertas enrejadas del palacio.
El niño "nació con buena salud" a 16:24 hora de Londres (15:24 GMT), de acuerdo al texto. "El bebé pesó 8 libras y 6 onzas (3.8 kilos). El niño y la madre están bien. El padre, el príncipe Guillermo, asistió al parto como lo había anunciado", agregó el palacio.
La misma fuente aseguró que la reina Isabel II y el duque de Edimburgo (bisabuelos), el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles (abuelos paternos), el príncipe Enrique (hermano de Guillermo) y las dos familias, entre ellos Carole y Michael Middleton, abuelos maternos, "fueron informados y están felices por la noticia".
"Mi mujer y yo estamos locos de alegría por la llegada de mi primer nieto" confirmó poco después Carlos. "Es un momento importante para nuestra nación", dijo el primer ministro británico David Cameron.
Poco después del anuncio oficial, un automóvil negro abandonó la maternidad St Mary con un agente que llevaba una misiva. Se dirigió bajo escolta policíaca hasta el palacio de Buckingham, residencia londinense de la reina.
La misiva, una proclamación firmada por médicos reales con la hora del nacimiento y su sexo, fue colocada en un caballete en el patio de Buckingham. Según una tradición respetada hace 31 años, cuando nació Guillermo.
Un pregonero oficial con vestido de colores rojo y oro dio a conocer la noticia, con una poderosa voz, en el patio del palacio.
El nombre del bebé podría no ser revelado antes de varios días: los británicos tuvieron que esperar una semana antes de conocer el de Guillermo, y un mes el de Carlos. Unos centenares de personas estaban frente al palacio de Buckingham el lunes por la noche para festejar e inmortalizar la escena con sus cámaras fotográficas y smartphones.