Cada año en el marco del Día Mundial de los Océanos, la organización Ocean Conservacy, desarrolla un monitoreo previo a las vacaciones de verano, para cuantificar los tipos de desechos que contaminan nuestras costas.
El objetivo es evaluar el incremento de basura arrojada a nuestros ecosistemas marinos costeros antes y después de la temporada vacacional.
En un intento por identificar cuáles son los desechos más recurrentes que afectan a los mares y océanos, desde hace más de 24 años, Ocean Conservacy trabaja junto a un grupo de voluntarios para recolectar y catalogar los elementos encontrados. Este año identificaron 11 millones de artículos en zonas costeras de distintos lugares del mundo como Hawai, Sudamérica y Alaska, entre otros.
Los océanos cubren un setenta por ciento de la superficie terrestre y constituyen una fuente de recursos indispensable para la vida: proporcionan oxígeno, regulan el clima, absorben emisiones contaminantes, y proveen de alimentos, energía, agua y minerales.
Sin embargo, este recurso vital está en peligro por las prácticas insostenibles que viene desarrollando el ser humano. Uno de los grandes problemas es la basura que llega a los océanos, gran parte de la cual comienza o termina en las zonas costeras.