El volumen de hielo en la Antártida superarió un 4,6% más grande de lo que se creyó previamente. El calentamiento global y el respectivo deshielo sobre el continente estaría quitando del mapa a toda Holanda, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires de la faz de la Tierra.
Estas son solo algunas de las conclusiones que los especialistas extraen a partir del análisis de un nuevo mapa de la Antártida mostrado por la Prospección Antártica Británica (British Antarctic Survey, el operador nacional antártico del Reino Unido), el más detallado jamás visto. El proyecto que fue bautizado como 'Bedmap 2' supone "una mejora significativa" respecto a los datos anteriormente recolectados de la Antártida por su antecesor, el Bedmap, que fue elaborado hace más de 10 años, según la Nasa.
De acuerdo con 'Bedmap 2', la profundidad media del lecho del continente antártico es de 95 metros, 60 metros más de lo que se estimaba. El volumen general de hielo es un 4,6% más grande de lo que se pensaba previamente, mientras que el volumen de hielo lindante con la tierra, pero situado bajo el nivel del mar, es un 23% mayor de lo que se creía. Cabe destacar que este último tipo de hielo es muy vulnerable ante las corrientes marinas, con lo cual es el más susceptible de ser fundido por el calentamiento global.
Según calculan los científicos, al derretirse el hielo de la Antártida el nivel del mar en el planeta podría llegar a subir, potencialmente, entre 58 y 60 metros. Si esto ocurriera, prácticamente desaparecería la totalidad de los Países Bajos. Gran parte de la costa de Alemania también sería borrada de la faz de la Tierra y ciudades germanas del interior como Hannover y Berlín también resultarían afectadas. Las localidades costeras del Reino Unido desaparecerían en su gran mayoría, mientras que Londres resultaría sacudido por un Támesis anegado.
En España, una subida así inundaría Sevilla y toda la desembocadura del Guadalquivir. El Mar Menor (Murcia) se uniría con el Mediterráneo. La huerta de Valencia, gran parte de Barcelona, Santander y Gijón, entre otras, serían solo un recuerdo.
En América del Sur, el mar se adentraría en el corazón del continente. El río de la Plata sufriría las consecuencias y Buenos Aires desaparecería del mapa. Lo mismo ocurriría con Montevideo y las ciudades costeras de Brasil, como Río de Janeiro, Porto Alegre y Santos.
El panorama es desolador y eso que solo contempla la Antártida, sin tener en cuenta las aguas procedentes del deshielo de otras partes del mundo.