Un convoy de camiones gubernamentales llegó anoche a la comunidad de Ranyane para expulsar a los bosquimanos de su tierra ancestral en el sur de Botsuana, según las informaciones recibidas por Survival International.
La decisión de expulsar a los bosquimanos de Ranyane se ha tomado a pesar de una orden emitida la semana pasada por el Tribunal Supremo de Botsuana que evitaba el desalojo forzoso de algunos de los bosquimanos hasta que el caso regresara al tribunal, el 18 de junio, y a pesar de las promesas del portavoz del presidente Khama, Jeff Ramsay, quien dijo la semana pasada que “el Gobierno no tiene previsto expulsar a aquellos que quieran permanecer en Ranyane”.
La comunidad ha recibido repetidas amenazas de expulsión por parte de las autoridades locales, con el argumento de que necesitan dejar paso a un corredor de vida salvaje, un proyecto que contó durante muchos años con el apoyo de la organización estadounidense Conservation International.
Dijeron a los bosquimanos que estaban impidiendo el libre movimiento de los animales, y que si se negaban a marcharse los camiones del Gobierno llegarían para expulsarlos y destruir sus hogares.
Sin embargo, los bosquimanos no suponen ninguna amenaza para la vida salvaje, junto a la que han vivido de forma sostenible durante siglos, y es creencia extendida que la expulsión tiene como su verdadero objetivo beneficiar a los ganaderos locales.
Los bosquimanos de Ranyane dijeron a Survival que no quieren abandonar la tierra que han habitado durante generaciones.
Obligar a un pueblo indígena o tribal a abandonar sus tierras ancestrales tiene consecuencias devastadoras para su salud, sus medios de subsistencia y su autosuficiencia.
Muchos de los bosquimanos que han sido expulsados de su tierra viven ahora en campos de reasentamiento, donde dependen de las limosnas del Gobierno y donde hay altos índices de alcoholismo, depresión y otras enfermedades.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Los funcionarios aseguran que los bosquimanos deben ser expulsados en nombre de la conservación. Si es así, ¿por qué no han hecho ningún esfuerzo para expulsar a los ganaderos locales de la zona? Estas expulsiones tienen sus raíces en los prejuicios y el racismo: el Gobierno parece tener unas normas para los ricos y poderosos, y otras para los bosquimanos. ¿Por qué no pueden simplemente dejar a los bosquimanos de Ranyane en paz?”
Survival ha pedido al Gobierno de Botsuana que paralice inmediatamente el desalojo ilegal de los bosquimanos de Ranyane, que viola la normativa internacional.