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Angelo Sodano.
CIUDAD DEL VATICANO, - Las congregaciones de los cardenales, convocadas a partir del próximo lunes 4 de marzo , continuarán hasta que sea alcanzado el número completo de cardenales electores y sólo entonces el Colegio decidirá la fecha de ingreso en el Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI.
Lo afirma la carta de convocatoria de los cardenales enviada por el decano del Sacro Colegio, Angelo Sodano. Las congregaciones generales pre-Cónclave están convocadas para el lunes a las 9.30 locales en el Aula Nueva del Sínodo.
Hoy, el cardenal Sodano iniciará el llamado a los purpurados de todo el mundo para que vengan a Roma para preparar el próximo cónclave.
En Roma ya se encuentra 144 purpurados, de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio, pero la normativa vaticana exige que en el momento que se entra en periodo de Sede Vacante haya que avisar a los cardenales para que se preparen para el cónclave.
Visto que aún faltan numerosos cardenales y hay por medio un domingo de cuaresma, la primera congregación ha sido convocada para el lunes.
A partir de esa primera reunión -en la que comenzarán a debatir los problemas de la Iglesia y soluciones y cada cardenal a perfilar cual puede ser su candidato a papa- ya se podrá anunciar la fecha del cónclave.
El pasado 25 de febrero, Benedicto XVI dio libertad a los cardenales para que pudieran anticipar el próximo cónclave con la aprobación de un "motu proprio" (documento papal).
La normativa vaticana establece que el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante, con el objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.
Pero puesto que muchos cardenales viajaron a Roma para acompañar a Benedicto XVI en sus últimos días de pontificado, el ya expapa Ratzinger publicó un "motu proprio", que mantenía esas fechas, pero abría la puerta a anticiparlo.
Benedicto XVI pasó su primera noche como papa emérito en la residencia de Castel Gandolfo.
Una vez retirada la Guardia Suiza -que es la que se encarga de la seguridad del papa y al no haberlo esa función queda aplazada hasta la elección del siguiente- la seguridad de Benedicto XVI ha pasado a la Gendarmería Vaticana.