» En las fotos se aprecia la procesión realizada el día de ayer domingo que culminó en la Catedral de Managua.
» Además en varios departamentos del país, cada Iglesia realizó una procesión paralela.
foto C. Pérez |
|
Un conglomerado de cristianos católicos conmemoró ayer domingo en la Catedral Metropolitana de Managua la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén con una procesión, dando inicio a las celebraciones de la Semana Santa a lo largo y ancho del país.
“Iniciamos la Semana Santa con esta procesión de Jesús entrando triunfante a Jerusalén, lo que implica también que el Señor tiene que entrar en nuestros corazones y que nosotros tenemos que abrirle las puertas de nuestros corazones, de nuestro hogar, para que Jesús entre triunfante”, anunció el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes.
La actividad también es conocida como “de la burrita” y revivieron el momento cargando una imagen tamaño real de Jesús, que los feligreses acompañaron y saludaron con palmas. “Bendito el que viene en el nombre del Señor” fue una de las expresiones más utilizadas.
“La Semana Santa es la conclusión de este tiempo de Cuaresma que culmina el Jueves Santo y se inicia el triduo pascual, cuando se celebran los grandes misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor”, agregó el Arzobispo de Managua.
Agregó en su explicación que “el gran momento de poder vivir la Pascua del Señor, que significa el paso de la muerte a la vida; de las tinieblas, de la oscuridad a la luz; y Cristo es esa luz que vino a iluminar nuestras vidas”.
“Ojalá estemos siempre abriéndoles nuestro corazón para que Él viva y reine para siempre y que tengamos todos una experiencia personal con Jesucristo, una experiencia de Su Pasión, de Su Muerte, que significa morir al pecado, morir a todas aquellas cosas que nos impiden vivir la comunión con los hermanos, vivir la comunión con Dios”, manifestó Brenes.
En sus palabras el representante de la Iglesia Católica indicó que “es interesante que católicos, cristianos, hombres y mujeres de buena voluntad reflexionen sobre este momento que marcó la vida de la humanidad, la presencia de Cristo, que vino como una muestra del amor del Padre para la humanidad y que dio su vida para que tengamos vida y vida en abundancia, pero que vive y vive eternamente porque ha resucitado”.
|