foto
Recientemente el portal ScienceDaily, publicó un reportaje acerca de la promoción de estrategias para la conservación de la vida silvestre en América del Norte.
Un nuevo informe de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre en Canadá (WCS siglas en inglés) crea una estrategia de conservación que promueve la capacidad de recuperación de la vida silvestre en el sur de las Rocallosas canadienses a los impactos futuros del cambio climático y el uso de las carreteras.
El informe “Pasos seguros y refugios seguros”, es una evaluación de las especies icónicas como – truchas, osos grizzly, cabras montesas, entre otras- cinco de las cuales fueron clasificadas como altamente vulnerables a cambios proyectados.
Las Montañas Rocosas, o Rocallosas (en inglés, Rocky Mountains, o Rockies) son un sistema de cordilleras que corre paralelo a la costa occidental de América del Norte, desde Alaska en el noroeste, pasando por Canadá y llegando hasta el suroeste de Estados Unidos. El pico más alto es el monte Elbert en Colorado, con 4.401 metros.
Ubicado entre el Parque Nacional Glaciar en Montana (EE.UU) y el Parque Nacional Banff, en Canadá, las Montañas Rocallosas se han visto ensombrecidas por su vulnerabilidad ante el futuro.
La región alberga una de las comunidades más diversas de carnívoros y mamíferos con pezuñas en América del Norte, y es una plaza fuerte para las especies vulnerables que han sido desplazadas en gran parte desde su antigua área de distribución hacia el sur.
El informe es coordinado por el científico John Weaver, quién señala que la fauna silvestre necesita “espacio para moverse” y adaptarse a los impactos del cambio climático.
Para complicar las transiciones relacionadas con el clima otra de las principales amenazas lo representan las autopistas y una red extensa de caminos forestales que se han fragmentado el paisaje de esta reserva natural.
“Proporcionar” refugios seguros en los diversos hábitats” a lo largo de las carreteras tomando en cuenta las condiciones generadas por el cambio climático”, plantea Weaver.
Para ello, se evaluaron 16.978 kilometros cuadrados (6.632 millas cuadradas) de carreteras y caminos de conservación basados en las necesidades de las especies vulnerables y de los innumerables retos que enfrenta cada una.
Por ejemplo, el aumento de las temperaturas en invierno provocadas por el cambio climático reducirá la montaña cubierta de nieve y el hábitat adecuado para especies altamente adaptadas a la capa de nieve persistente.
La reducción del caudal de los ríos y cálidas temperaturas de la corriente en los ríos, disminuirá el hábitat de las truchas adaptadas a las aguas frías.
Los especialistas recomiendan restringir tierras de conservación que incluyen un “Área Sur de Canadá y Noreste de EE.UU que conservaría el 66% de los hábitats claves de conservación de especies.
La designación haría hincapié en los valores de los peces y la vida silvestre al mismo tiempo el uso responsable de las tierras. Carreteras transfronterizas también merecen la consideración de conservación, dice Weaver, debido a su diversidad biológica notable.
Weaver plantea que el informe, además de identificar los refugios no sólo importantes para la vida silvestre hoy en día, también ofrece una gama de elevaciones y topografía diversa, donde se realizan migraciones de un lado al otro.
Para facilitar opciones de movimiento para la fauna, el informe anexa mapas señalando lugares adecuados que cruzan a lo largo de la carreteras entre Columbia Británica y Montana (EE.UU).
“Este informe ayudará en las discusiones y decisiones sobre la gestión de tierras y recursos en el sur de las Rocallosas canadienses de Columbia Británica y norte de Montana”, dijo Weaver.
“Estos paisajes espectaculares proporcionan algunos de los mejores reductos que quedan para un conjunto de peces y fauna silvestre vulnerable. La protección de las tierras destinadas a la conservación ayudará a asegurar que esta única biodiversidad será disfrutada por generaciones a seguir.”