LONDRES - Los hombres de Gran Bretaña están en una "crisis de masculinidad" por los rápidos cambios económicos que están distorsionando la identidad varonil, trayendo consigo la homofobia y la misoginia.
La ministra de Salud Pública en la oposición, la parlamentaria laborista Diane Abbott, durante un discurso en la sede londinense del "think-tank" británico Demos, que las ansiedades financieras y la divulgación de la pornografía han traído una cultura del "Viagra y Jack Daniels", con respecto al fármaco contra la disfunción eréctil y el conocido whisky.
"Un creciente número de hombres de todas las edades está volcándose a esa droga debido a ansiedades de rendimiento sexual, generadas por una variedad de problemas psicológicos, desde nuestra cultura cada vez más pornográfica, que hace que el sexo 'normal' sea visto como aburrido, hasta presiones financieras", agregó la legisladora.
Abbott aseguró que el problema es tan grave, que en su mayoría los hombres británicos "ni siquiera pueden hablar de lo que les pasa".
"Se está volviendo un poco como el filme 'El Club de la pelea' (Fight Club, 1996). La primera regla para ser un hombre moderno en Gran Bretaña es que no les está permitido hablar de lo que les pasa", agregó la legisladora laborista.
Según Abbott, la nueva generación de varones británicos "ya ni se pregunta qué significa ser un hombre".
La Ministra de Salud Pública aseguró que además que los niños británicos están siendo más aislados cada vez más de los propios padres y amigos, en tanto que los adultos trabajan más horas, fallecen más por razones evitables y se suicidan en mayor grado. También sostuvo que un aumento del consumismo provocó una cultura de la "hipermasculinidad", que trae exageraciones de lo que se percibe como características varoniles frente a supuestas amenazas.
"En el peor de los casos, es una celebración de la insensibilidad, una falta de respeto a la autonomía de la mujer y la normalización de la homofobia. Me temo que muchas veces es un crudo individualismo disfrazado de masculinidad moderna", agregó.
A diferencia de ejemplos de vida del pasado, como soldados, mineros y granjeros, una gran cantidad de hombres británicos modernos "se encuentran atrapados en una adolescencia eterna". Abbott agregó que el gobierno debe priorizar la creación de empleos si quiere poner fin al problema, para hacer que los hombres salgan de sus casas y no sean adolecentes eternos.