TEL AVIV - El ataque de Israel sobre el territorio sirio significó una "declaración de guerra" y recibirá una respuesta, advirtió el vicecanciller de Damasco, Faisal al Mekdad, en tanto la Liga Arabe externó su condena y solicitó la intervención de Naciones Unidas.

El bombardeo, el segundo en 48 horas, tuvo el blanco de un centro de investigaciones militares, en Jamraya, cercano a Damasco, donde jet israelíes han dejado destruido los misiles Fateh-110 "en tránsito, desde Irán hacia las milicias chiitas de Hezbolá", aseguraron las fuentes israelíes y occidentales.

Las autoridades de Israel se hicieron el límite, a través del ministro de Defensa, Danny Danon, de aceptar que ese país "está protegiendo sus intereses y seguirá haciéndolo".

En otro lado, el ministro de Información sirio, Mahmud al Zubi, aceptó el hecho y agregó que el ingreso de Israel "abre el camino a todas las posibilidades", con lo que Damasco -citado por la red Tv Almadayin, iraní cercana a Hezbolá- al parecer desplegó baterías antimisiles que apuntan al "enemigo sionista".

Mekdad, durante una entrevista presentada por la cadena CNN, sostuvo que el ataque de Israel es de hecho una alianza entre grupos que vinculó al terrorismo islámico y Tel Aviv.

Fuentes diplomáticas aseguraron en Beirut que el ataque dejó además un depósito de municiones y una unidad de defensa antiaérea destruidas.

El secretario general de la Liga Arabe condenó el "bombardeo israelí contra territorio sirio" e hizo la advertencia para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas haga su intervención de cara a "una violación grave de la soberanía de un Estado árabe".

El Consejo, dijo Araby en un comunicado, debe impedir que se reiteren ataques de este tipo que "pueden hacer explotar la situación en Siria y poner en riesgo la estabilidad de la región".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, no ha hecho muchos comentarios al respecto puesto que expresó que el hecho causa "grave preocupación" y pidió a las partes a actuar con la máxima moderación para evitar una escalada de violencia, dado que no tiene medios para verificar en terreno lo sucedido.