La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el principal órgano americano para los derechos humanos, ha recibido una petición urgente de Survival International y de la organización indígena brasileña CIMI para salvar a la tribu más amenazada de la Tierra.
La petición oficial pide que el CIDH exija responsabilidades al Gobierno brasileño por no expulsar a cientos de invasores ilegales de la tierra de los awás.
En ella se recoge: “Los awás no sobrevivirán sin sus tierras, que el Gobierno de Brasil no ha logrado proteger, mediante la toma de medidas oportunas y efectivas, de los madereros, los ganaderos y los colonos que siguen cercándolos”.
Los awás son una de las últimas tribus de nómadas cazadores-recolectores de Brasil y viven en una isla de selva que está desapareciendo rápidamente: más del 30% de uno de los territorios awás ya ha sido talado, y los madereros se acercan cada vez más a sus comunidades.
Este pueblo indígena, integrado por 450 personas, depende de la selva para sobrevivir. Sin embargo, los awás han informado de que la caza es cada vez más difícil ya que los animales están desapareciendo, y de que temen ataques de los madereros, que van armados.
La preocupación por los aproximadamente 100 awás aislados sigue aumentando. Los awás no contactados están permanentemente huyendo de los invasores ilegales y se enfrentan a la extinción si su selva desaparece.
Tatu, un hombre awá, dijo a Survival: “Hay indígenas aislados cerca. Mi hermano vio sus cabañas abandonadas. ¿Podrían los madereros matar a los indígenas aislados? ¡Dejen que los indígenas no contactados se queden ahí!”
Desde que Survival lanzara su campaña para salvar a los awás hace un año ya se han enviado más de 50.000 mensajes al ministro de Justicia de Brasil. Aunque el Gobierno ha anunciado que los awás son una prioridad, apenas ha pasado a la acción.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “El Gobierno de Brasil debe demostrar que puede proteger a sus ciudadanos más vulnerables, los awás, de los desalmados que están destruyendo la selva. Si la nación más grande de Sudamérica, una de las economías que crece más rápido en el mundo, no tiene la fuerza para hacerlo, entonces todas las minorías del país deberían preocuparse. Los awás están amenazados de extinción, el momento de actuar es ahora”.