La Paz - El Gobierno boliviano notificó ayer de que se ha comunicado oficialmente a la embajada estadounidense en La Paz la aprobación del presidente Evo Morales de expulsar a la agencia de cooperación internacional de EEUU (Usaid, en inglés) del país.
"Se ha comunicado mediante una nota a la embajada de EEUU la determinación del Gobierno nacional, que es una decisión de Estado, para que Usaid cese en sus actividades e inmediatamente se dispongan a ordenar todo el material de información que tienen que entregar al Gobierno", manifestó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El funcionario explicó en una rueda de prensa en La Paz que equipos de los ministerios de Exteriores y de Planificación trabajan para "definir la ruta del retiro" de la cooperación estadounidense para que sea "ordenado, transparente, riguroso y que se ajuste a los cánones diplomáticos".
El mandatario Morales externó el pasado 1 de mayo de que había tomado la opción de expulsar a la agencia de cooperación estadounidense, después de acusarla de injerencia política y conspiración, denuncia que el Gobierno de Estados Unidos ha rechazado rotundamente.
De acuerdo a la embajada estadounidense en La Paz, Usaid gastó en Bolivia 2.000 millones de dólares desde 1964 a través de proyectos de cooperación en varias áreas, como salud y medio ambiente.
Quintana aseguró que aún no se tiene una fecha exacta para la salida definitiva de la agencia, pues antes el Gobierno precisa la información completa de los programas que eran financiados por Estados Unidos, sus respectivos avances y quiénes los administraban.
"Es una tarea bastante compleja, rigurosa y necesita mucha prolijidad. Para que no sea un retiro desordenado, requerimos por lo tanto un manejo responsable, transparente y honesto de la información que dispone Usaid", sostuvo el ministro.
Manifestó que, una vez recibida y contrastada la información, se estarán siguiendo los procedimientos administrativos "como corresponde" e insistió en que el Departamento de Estado de EEUU está "absolutamente informado" ante la decisión de Morales.
Bolivia y Estados Unidos no mantienen relación a nivel de embajadores desde 2008, cuando Morales expulsó a Philip Goldberg, bajo acusaciones de estar implicado de la supuesta conspiración, y Washington replicó echando al embajador boliviano Gustavo Guzmán.
El mismo año, el gobernante también echó a la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) con el mismo argumento de la conspiración, lo que ha rechazado Washington.