La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), principal observador en materia de derechos humanos de América, ha expresado su grave preocupación por las amenazas que suponen para los pueblos indígenas aislados de Perú las empresas de hidrocarburos, la tala y la invasión de sus tierras. Estas podrían “causar la desaparición de pueblos enteros”.
Los planes del Gobierno de Perú para expandir el polémico proyecto de gas de Camisea, ubicado en el sudeste de la Amazonia peruana dentro de la Reserva Nanti-Nahua para pueblos indígenas no contactados, enfrenta a los indígenas a un elevado riesgo de contacto con los trabajadores del gas. Las tribus no contactadas tienen muy poca o ninguna inmunidad contra enfermedades importadas y el primer contacto podría matarlos.
Según un comunicado de la CIDH, “Dado que no cuentan con defensas inmunológicas contra enfermedades comunes, el contacto puede ocasionar (…) epidemias que pueden causar la desaparición de pueblos enteros. De este modo, el respeto al principio de no contacto se hace esencial para asegurar la vigencia de sus derechos fundamentales, incluidos el derecho a la vida e integridad, a sus tierras y territorios ancestrales, a la cultura y a la salud, entre otros”.
El proyecto de gas de Camisea está dirigido por un consorcio de empresas lideradas por la argentina Pluspetrol, la estadounidense Hunt Oil y la española Repsol. Los planes para ampliar el proyecto conllevarían la detonación de miles de explosivos en una zona famosa por su biodiversidad.
El pasado mes de marzo la ONU solicitó la ‘suspensión inmediata’ de Camisea después de haber recibido cartas de Survival. En abril, varias protestas internacionales pedían a Perú que pusiera fin a la expansión del proyecto. Más de 120.000 simpatizantes de Survival International han instado al presidente peruano a que acabe con la invasión de la tierra de los indígenas aislados por parte de foráneos y empresas.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “Si se permite la expansión de Camisea esto podría conducir a la extinción de estos pueblos indígenas aislados: ‘los proyectos de desarrollo’ como este siempre desatan una oleada de muertes, enfermedades y destrucción entre los legítimos propietarios de la zona. Perú está arriesgando vidas de personas indígenas en favor de la obtención de beneficios extranjeros; la usurpación de gas ilegal debe detenerse ya”.