» En la gráfica histórica, presidente de Rusia, Vladimir Putin junto al Papa Francisco de la Iglesia Católica.
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CIUDAD DEL VATICANO - El papa Francisco sostuvo una reunión por primera vez, en privado por un tiempo de 35 minutos, con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con quien logró encontrar "una solución pacífica del conflicto" en Siria, "que privilegie la vía de negociaciones".
Putin, que fue recibido en la Biblioteca Pontificia por la tarde, arribó 50 minutos más tarde a la cita ante un retraso en el aeropuerto de Ciampino, en su visita oficial a Italia, durante la cual sostendrá un encuentro con el premier, Enrico Letta, y cenará con Silvio Berlusconi en su residencia de Roma, entre otras cosas.
En el cortejo presidencial de varios vehículos estuvieron presentes el canciller, Sergei Lavrov, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, el vicepremier, Arkady Volkovic, el asesor diplomático Iuri Ushakov, y los embajadores en el Vaticano e Italia.
Además de discutir el tema de Siria y la situación en Medio Oriente, el encuentro se resumió en un momento de diálogo y acercamiento entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa.
Durante los "coloquios cordiales" entre el Papa y Putin, "se expresó satisfacción por las buenas relaciones bilaterales y se ha detenido en algunas cuestiones de interés común, particularmente en la vida de la comunidad católica en Rusia, relevando la contribución fundamental del cristianismo en la sociedad", afirmó un comunicado del Vaticano.
Putin también sostuvo un encuentro con el secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin.
En cuanto a Siria, "fue destacada la urgencia de hacer cesar la violencia y llevar asistencia humanitaria necesaria a la población, como también favorecer iniciativas concretas para una solución pacífica del conflicto, que privilegie la vía de negociaciones e involucre los distintos componentes étnicos y religiosos, reconociendo el rol imprescindible en la sociedad", precisó el texto. Rusia felicitó al Papa argentino por la campaña "contra una solución militar para resolver el tema sirio", que pedían París y Washington, y a la cual se opuso Moscú, aliado de Damasco y Teherán.
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