Un futuro plan de actualización de la política de defensa en miras a un largo plazo de Japón incluirá un fortalecimiento de las capacidades aéreas y marítimas del país de acuerdo a las medidas aumentar el acceso a un grupo de islas en disputa con China.
Según informó la agencia Reuters, el proyecto del plan, que será presentado el próximo mes de diciembre, contempla la revisión de la política japonesa en el campo militar y cita a los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte, la modernización militar de Rusia y el rápido desarrollo de China como principales preocupaciones de Japón.
"China está llevando a cabo una modernización rápida a gran escala de sus fuerzas militares y está expandiendo e intensificando sus actividades por mar y aire cerca de Japón", reza el documento.
De acuerdo con el plan, los militares japoneses tienen la intención de reforzar su capacidad de vigilancia, inteligencia y despliegue de tropas en islas lejanas. Una de las futuras ideas de las fuerzas niponas es también la creación de una unidad anfibia similar a la Infantería de Marina estadounidense.
Asimismo, los medios locales detallaron que Japón planea desplegar en la zona vehículos de maniobras de combate, que serían transportados por aire, así como pequeñas naves de escolta capaces de alcanzar altas velocidades.
La nueva ola del conflicto entre Japón y China empezó la semana pasada cuando Pekín estableció una zona de identificación de defensa aérea en el mar de la China Oriental que incluye las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), que son objeto de disputa territorial entre los dos países. Esta acción provocó las protestas de Tokio y de Washington, principal aliado militar del imperio nipón.
Este martes dos bombarderos B-52 estadounidenses sobrevolaron la zona de defensa aérea decretada por China sin informar a las autoridades de ese país, acto que fue considerado por las autoridades del gigante asiático como un desafío a la reivindicación de la nueva zona. Dos días después, aviones militares nipones también atravesaron dicha zona sin ningún aviso previo.
El mes pasado, la disputa territorial estaba en el centro de las negociaciones de alto nivel entre Japón y EE.UU. cuando el secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, y el secretario de Estado, John Kerry, visitaron el país nipón para firmar un pacto sobre la modernización de su alianza militar. Como resultado de las conversaciones, los dos países acordaron varias medidas para reforzar la defensa japonesa, incluyendo el despliegue en Japón de un sistema de radar de alerta temprana de banda X y drones de vigilancia Global Hawk.