El fin de semana se realizó la celebración nacional del Día de los Fieles Difuntos. Todos los cementerios del país estuvieron afluentes de ciudadanos, flores, mariachis, decoraciones y vendedores en los alrededores.
A pesar que fue un día para recordar, los rostros variaban de tonalidad, desde personas alegres hasta las que se lanzaron en llanto, las que todavía les ha costado aceptar la muerte de algún familiar o buen amigo (a).
A como es costumbre todos los 2 de noviembre de cada año, se realizan las celebraciones de los difuntos que además de vehemencia o alegría, traen buenos ingresos a quienes venden en los alrededores de los cementerios diversos productos.
Calificada de “masiva” fue la concurrencia de visitas al Cementerio Central que está ubicado próximo al Mercado Periférico, además contó con la celebración de una misa campal celebrada por el arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes.
Morir es tener “un encuentro con Jesucristo”, indagó el religioso, quien dijo a los presentes que el camposanto “es un santuario y venimos al encuentro de muchos santos”.