WASHINGTON - El exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Edward Snowden, hizo del uso de las credenciales y contraseñas de inicio de sesión que fueron entregadas por sus colegas en una base de espionaje en Hawái para lograr ingresar a parte del material clasificado que filtró a los medios de comunicación, de acuerdo a las revelaciones de ciertas fuentes.

Los trabajadores de la agencia que brindaron sus datos de acceso a Snowden han sido identificados, interrogados y removidos de sus cargos, dijo una fuente con mucha cercanía a varias investigaciones del Gobierno de Estados Unidos ante el daño provocado por las filtraciones.

Snowden, quizás, logró convencer entre 20 y 25 compañeros de trabajo en el centro de operaciones regional de la NSA (por su sigla en inglés) en Hawái con el objetivo le dieran sus nombres de usuario y contraseñas, afirmándoles que eran necesarios para que hiciera su trabajo como administrador de sistemas informáticos, aseguró una segunda fuente.

La información es la última que detallan que las medidas de seguridad inadecuadas de la NSA jugaron un papel de bastante importancia en la peor violación de datos en los 61 años de historia de la agencia de inteligencia.

Reuters hizo un reporte el mes pasado que la NSA no instaló un software antifiltraciones más actualizado en la base de Hawái antes de que Snowden arribase para trabajar allí y descargara documentación altamente clasificada pertenecientes a la agencia y su homólogo británico, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno de Reino Unido.

Por el momento no existe claridad ni reglas ante el incumplimiento de los empleados al entregar sus contraseñas a Snowden. Las contraseñas permitieron al analista tener acceso a los datos que no estaba autorizado a ver.

Snowden trabajó en el recinto de Hawái durante un mes en la primavera pasada, período en el que tuvo acceso y descargó decenas de miles de documentos secretos de la NSA.