UBAI/VIENA – Irán ha rechazado a las demandas de Occidente de sacar del país su delicado material nuclear, aunque si ofreció indicios de flexibilidad en los demás aspectos de sus actividades atómicas que mantiene en preocupación a las potencias mundiales antes de que vuelvan a las negociaciones esta semana.
Las pláticas del programa nuclear de Irán que comenzarán mañana martes en Ginebra serán las primeras desde la elección del presidente iraní Hasan Rohaní, quien ha aceptado mejorar las relaciones con Occidente y quitar las sanciones económicas en contra de la república islámica.
La elección en junio de Rohaní que secede a Mahmud Ahmadinejad trajo una mejor esperanza de que se logre una solución en una disputa de una década ante el programa nuclear de Irán.
Sin embargo, las declaraciones hechas el domingo por el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abas Araqchi, estarían decepcionando a funcionarios occidentales, quienes quieren que Irán elimine del país su uranio enriquecido a una concentración fisible del 20 por ciento, el cual está a un pequeño paso técnico del material necesario para alcanzar la fabricación de armas atómicas.
Araqchi, quien estará en las conversaciones de Suiza, expresó, no obstante, una línea menos dura respecto a otras áreas del enriquecimiento de uranio, que según Teherán tiene propósitos pacíficos y será usado como combustible nuclear. Occidente, en cambio, esta con la desconfianza que el material nuclear iraní se logre desarrollar armas atómicas.
"Por supuesto que negociaremos respecto a la forma, cantidad y niveles diversos de enriquecimiento (de uranio), pero el envío de materiales fuera del país es nuestra línea roja", dijo Araqchi en citas publicadas por el sitio web del canal de televisión estatal.
Las potencias mundiales, en negociaciones desde inicios del 2012, se mantiene exigiendo que Irán suspenda el enriquecimiento al 20 por ciento, envíe parte de sus reservas de uranio al exterior y cierre la central subterránea de Fordow, donde realiza la mayor parte del enriquecimiento a mayor grado.
A cambio, ofrecieron levantar las sanciones impuestas contra Irán al comercio de oro, metales preciosos y petroquímicos, pero Teherán, que desea también la eliminación de las restricciones a su sector bancario y petrolero, ha desestimado esa oferta.
La república islámica dice que necesita el uranio al 20 por ciento para un reactor de investigación médica.