WASHINGTON — Bajo la presión de una fecha tope, el Senado hizo la aprobación ayer miércoles una iniciativa de ley para que no cayera un inminente impago de deuda y para terminar a los 16 días de cierre parcial del gobierno.
Después de la aprobación por 81-18, el proyecto de ley viene a manos de la Cámara de Representantes, donde este resultado era el esperado. Después de la previsible aprobación en la cámara baja, sólo faltaría la firma del mandatario Barack Obama, el acto final de una verdadera novela política que creó una verdadera incertidumbre de la economía a nivel global.
La legislación dejaría al Tesoro crear la emisión de una deuda de manera normal hasta el 7 de febrero o probablemente por un mes más, y al gobierno mantener financiando sus operaciones hasta el 15 de enero. Alrededor de dos millones de trabajadores federales —los que se mantienen trabajando y aquellos que recibieron suspensión temporal sin paga— recibirán su sueldo de manera retroactiva.
En la Casa Blanca, Obama saludó el voto del Senado. Una vez que la medida llegue, "la firmaré inmediatamente", manifestó el mandatario. "Comenzaremos a reabrir rápidamente nuestro gobierno y podemos levantar esta nube de incertidumbre de nuestras empresas y gente".
Los republicanos sostenían otras preocupaciones. "Dimos una buena pelea. Sólo que no ganamos", admitió el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, cuando los legisladores hicieron el voto por la iniciativa. La medida no agrega nada para los republicanos, quienes pedían erradicar o acotar la ley de salud insignia de la presidencia de Obama.
"La solución alcanzada le dará a nuestra economía la estabilidad que desesperadamente necesita", dijo el senador Harry Reid, líder de los demócratas en el Senado, al agregar que la nación "estuvo al borde del desastre" antes de lograr el acuerdo.