WASHINGTON - La ley que indirectamente trajo consigo el "shutdown" entró en vigor en el mismo instante en el que el gobierno federal daba las órdenes de cerrar sus puertas: "Obamacare", la reforma de la salud pública que se tradujo como la bestia negra de los republicanos del Tea Party después de haber sido aprobada en 2010 por el Congreso y convalidada por la Corte Suprema, comenzó en la medianoche.

Su debut, sin embargo, fue muy elevada, "víctima" de su propio éxito, y es que el primer acto de la reforma traía consigo la apertura de páginas web (marketplace) en las que los estadounidenses sin asistencia sanitaria tenían que inscribirse.

Pero a partir de medianoche, cuando las primeras personas hicieron intentos de acceder a los nuevos mercados de seguros de salud, sólo lograron ver mensajes de error, en parte a una demanda muy superior a la esperada.

En Nueva York, por ejemplo, con 2,5 millones de personas que no están aseguradas, los visitantes se calcularon en más de 2 millones. El sistema online establecido para los ciudadanos sin seguro médico en 36 estados ahora está funcionando pero con gran lentitud y aún hay problemas para cargar la páginas.

Los "marketplace" se convirtieron en la piedra angular de una ley de gran amplitud, que va de los reembolsos a los hospitales al recuento de calorías en los menús de los restaurantes de comida rápida, pero cuyo núcleo central es la oferta de una mutua subvencionada a millones de estadounidenses (el 20 por ciento del total) que no la tienen o la deben comprar de su bolsillo para alcanzar los servicios sanitarios esenciales. La cobertura está vinculada a una reforma del mercado de seguros y da más garantías a la gente, que no puede ser discriminada por historia clínica.

Desde hace tres años, en la época de la aprobación, pareció una revolución. A los republicanos, que se habían opuesto a ella con determinación agitando el espectro del socialismo, la perspectiva de su entrada en vigor les hacía enfurecer. El año pasado, el "no" a la "Obamacare" se había hecho en el caballo de batalla de la campaña electoral del Tea Party, movimiento ultra conservador.

Durante meses los republicanos lucharon por detener la ley, llegando ya incluso este domingo a vincular el presupuesto a un aplazamiento de su entrada en vigor.

La coincidencia de la fecha de inicio de "Obamacare" y el "shutdown" no se le había escapado a los demócratas, pero los republicanos no han logrado detener el inicio del programa que han intentado abolir ni amenazando con la parálisis del gobierno.

"En el frente operativo seguiremos adelante", dijo la ministro de Sanidad, Kathleen Sebelius, mientras el presidente Barack Obama, que hoy celebró con un grupo de estadounidenses sin cobertura médica la entrada en vigor de la ley, comentó que no está dispuesto a tratar sobre la Obamacare. "No tenemos intención de posponerla", dijo.

La ley de todos modos parte con efectos retrasados: de hoy al 31 de marzo se abrieron las inscripciones pero los primeros beneficios se verán solo a partir del 1 de enero.