Con más de 100 eventos en más de 40 países en cada continente, la respuesta al Día mundial de la sepsis de este año es aún mayor que el año pasado. La Global Sepsis Alliance y los partidarios del WSD 2013 de cada país tienen un solo mensaje: implementando las directrices para la prevención y gestión de la sepsis, el rápido aumento en el número de casos de sepsis puede ralentizarse y las tasas de mortalidad de la sepsis pueden reducirse un 20% mundialmente. La sepsis es una emergencia. Los pacientes que muestran síntomas iniciales requieren un diagnóstico y tratamiento inmediato, por ejemplo la administración de antibióticos en la primera hora.

La prevención efectiva, detección temprana y medidas de tratamiento rápidas aún no se están aplicando consistentemente, lo que contribuye a un aumento anual del 7 al 8% en el número de casos de sepsis y unas tasas de mortalidad del 30-40% en los países industrializados. Cada año, eso asciende a unos 25 millones de casos de sepsis, 8 millones de muertes, una enorme carga económica y un trágico peaje humano.

El Día mundial de la sepsis está respaldado por más de 2.200 hospitales, 180 asociaciones nacionales e internacionales y numerosas organizaciones no lucrativas, unidos por un solo objetivo: salvar 800.000 vidas cada año para 2020. Esto implica reducir el número de casos de sepsis en un 20% y las tasas de mortalidad en un 10% implementando las directrices de la sepsis.

Acerca de la sepsis. La sepsis es la reacción más grave a una infección bacteriana, viral y fúngica. Sus principales causas son la neumonía, las infecciones abdominales y del tracto urinario y las infecciones de cicatrización tras la cirugía. La reacción inflamatoria del organismo a un patógeno queda fuera de control, resultado en daños por el propio sistema inmunológico del organismo a los tejidos y órganos. Si la sepsis no se detecta ni trata inmediatamente, puede conducir al ataque, fallo orgánico múltiple y muerte.