NUEVA YORK - Los expertos de la ONU divulgaron su conclusión que fueron usados cohetes tierra-tierra que contenían unos 350 litros de gas sarín en el ataque ocurrido el pasado 21 de agosto en la zona de Al Ghouta, a las afueras de Damasco, Siria.

"Es un crimen de guerra", afirmó el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hablando de los resultados del informe de los inspectores de la ONU. "La comunidad internacional tiene la responsabilidad de llevar ante la justicia a los responsables y asegurarse de que las armas químicas nunca vuelvan a resurgir como instrumento de guerra", agregó.

El informe hizo la confirmación de manera inequívoca que en Siria se utilizaron armas químicas. "En virtud de los elementos encontrados durante nuestra investigación, la conclusión es que en el conflicto que enfrenta a las partes en Siria se usaron armas químicas contra civiles, incluidos niños, a una escala relativamente grande", hicieron la sentencia los inspectores, liderados por Ake Sellstrom, en el informe.

En el reporte, como se estima el mandato dado por el secretario general de las Naciones Unidas a los inspectores, no se impuso una referencia a quién lanzó el ataque o a eventuales responsabilidades del presidente sirio Bashar al Assad.

"El mandato de la misión no era investigar quién empleó las armas químicas, pero los detalles técnicos del informe dejan claro que solo el régimen sirio pudo lanzar ese ataque", manifestó la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.

De acuerdo al informe, la gran mayoría de los elementos analizados, provenientes de los suburbios de Ein Tarma, Moadamiya y Zamalka, en la zona de Al Ghouta, resultaron positivos a las pruebas sobre el gas sarín. El equipo de Sellstrom hizo una entrevista a más de 50 supervivientes, personal médico y de emergencia.

Evaluó los síntomas individuales y se recolectaron muestras biomédicas, incluidas de pelo, orina y sangre de 34 pacientes con síntomas de intoxicación. El equipo además analizó muestras de municiones, de suelo y ambientales. Los supervivientes detallaron de bombardeos, seguidos de la aparición de síntomas como dificultades respiratorias, irritación de ojos, desorientación, vista borrosa, náusea, vómitos, debilidad general, pérdida de conciencia y salivación excesiva. Los síntomas son consistentes con la intoxicación con organofosforado, indicó el documento. Todo ello son pruebas claras y convincentes del uso de gas sarín.

De acuerdo a los inspectores, las condiciones climáticas y el horario del ataque, entre las dos y las cinco de la mañana, causaron que el ataque hiciera daños al máximo con las consecuencias.

El informe también trajo consigo fotografías, medidas y detalles técnicos de los cohetes tierra-tierra que fueron empleados en el ataque.

Después de la publicación del informe, Ban afirmó ante el Consejo de Seguridad que el ataque con armas químicas perpetrado en Siria constituye un "crimen de guerra". "Se ha tratado del más significativo ataque con gas contra civiles desde 1998, cuando Saddam Hussein lo usó en Halabja", agregó.

El uso de gas en Siria es una "amenaza a la paz y a la seguridad internacional", sostuvo el secretario general de la ONU, quien pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que se asuman su responsabilidad política y moral demostrando la voluntad para actuar en modo decisivo.