BEIRUT - Siria negó negociar la salida del presidente Bashar al Assad cuando se discuta la esperada conferencia de Ginebra 2, y afirmó que la "legitimidad política" la escoge su pueblo.
Una fuente del ministerio del Exterior aseguró que "corresponde sólo al pueblo sirio hablar de legitimidad política en Siria", con respecto a la postura de Estados Unidos que, en forma reiterada, en los últimos meses ha dicho de una "salida" de la vida política de Assad.
En tanto la ONU discute cómo reaccionar de cara a los bombardeos con gases tóxicos, el camino de una solución política del conflicto presenta varios obstáculos.
Assad, agregó la fuente, tomada por la agencia gubernamental Sana, estará en el poder "hasta que el pueblo lo quiera" y "cualquiera que esté disgustado por esta realidad, no debería ir a la conferencia de Ginebra".
Una respuesta que fue lanzada al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que el lunes, durante la reunión en París con su par británico, William Hague, y el presidente Francois Hollande, manifestó que Assad "perdió toda legitimidad".
Pero también complica la búsqueda de una solución negociada el problema crónico de las divisiones internas de los rebeldes y el rol cada vez más importante que adquieren los grupos jihadistas que asustan a Occidente.
Un estudio del think-tank británico Ihs Jane's, especializado en temas de seguridad, estima que más del 50% de los 100 mil milicianos que luchan contra el régimen son de grupos fundamentalistas.
Otros 10 mil, muchos extranjeros, estarían vinculados a la red Al Qaeda. En esa situación, difícilmente Occidente podrá acoger los pedidos del Ejército Libre Sirio de un mayor apoyo militar, ratificado hoy en una entrevista de la cadena PBS a su comandante, Selim Idriss. Otra prueba de los conflictos entre los distintos grupos rebeldes es el ataque de hoy con coche-bomba en el lado sirio de la frontera con Turquía. Murieron siete personas y otras 20 resultaron heridas en Bab al Hawa, controlado por la guerrilla del Frente al Nusra, ligado a Al Qaeda. El atentado fue cometido al día siguiente del derribamiento por parte de la aviación de Ankara de un helicóptero militar de Damasco, que traspasó el espacio áereo turco, lo que aumentó la tensión bilateral.
En tanto, la coordinadora de las operaciones humanitarias de Naciones Unidas, Valerie Amos, realizó una conferencia de prensa en Kuwait durante la cual señaló el alcance de la tragedia siria.
Casi siete millones de personas -un tercio de la población- necesita ayuda de emergencia. De ese tercio, más de dos millones son refugiados y más de cuatro millones están desplazados dentro del país.
Para ir con la asistencia necesaria, la ONU debería recaudar este año 4.400 millones de dólares. "Pero hasta ahora sólo recaudamos 1840 millones", destacó Amos.