MOSCU - Rusia ahora tildó de "politizado, faccioso y unilateral" el reporte de la ONU ante el uso de armas químicas en Siria, y tiene que traer consigo más pruebas de Damasco que señalan hacia los rebeldes.

En Nueva York, el vocero de las Naciones Unidas, Martin Nesirky, aclaró que las pruebas son "inequívocas".

Las declaraciones de Moscú vienen a contrarrestar las interpretaciones unívocas de Occidente que aseguran en las conclusiones de los inspectores de la ONU los indicios claros de la responsabilidad del régimen de Bashar al Assad. Mientras que para el Kremlin se trata de una "provocación" de los rebeldes.

Las palabras rusas fueron reveladas a través del vice canciller Sergei Riabkov, quien se encuentra en Damasco y logró reunirse con la dirigencia siria, incluido el presidente Assad.

Assad dio los agradecimientos públicos al respaldo de Moscú contra el "ataque feroz" y por su rol, que puede contribuir a un "nuevo equilibrio mundial".

"Estamos desilusionados, es el modo en que podemos decir, del acercamiento que ha tenido el secretario de la ONU y los inspectores de la ONU que se encontraban en Siria y que prepararon su informe de modo selectivo e incompleto, sin tomar en consideración los elementos que nosotros habíamos señalado varias veces", afirmó Riabkov.

"Sin tomar un marco completo de lo que sucede allí, no podemos más que considerar las conclusiones de los inspectores de la ONU como politizadas, facciosas y unilaterales", señaló el diplomático, que pidió a los expertos estudiar otros hechos sospechados, antecedentes y posteriores al del 21 de agosto.

Una respuesta inmediata del Palacio de Cristal se escuchó del vocero. Los resultados del informe son "indiscutibles", dijo Nesirky, quien aseguró que habrá otro informe y una nueva visita a Siria "lo antes posible".

El jefe de la delegación, el sueco Aake Sellstrom, habló de un nuevo informe que será presentado "antes de fin de octubre". Riabkov hizo la revelación también que la dirigencia siria entregó a la delegación rusa elementos que probarían la participación de los rebeldes en el ataque con gas sarín del 21 de agosto.
Elementos que Moscú es "proclive a considerar con la mayor seriedad" y que llevará al Consejo de Seguridad.

Rusia respondió a las sospechas de haber hecha previstas de las armas químicas a Damasco en su pasado soviético, luego de las fotos del informe de la ONU de un misil con gas sarín con letras en cirílico.

"Puedo decir con conocimiento de causa que estas letras en cirílico se encuentran en misiles tierra-tierra producidos en la Unión Soviética entre 1950 y 1960. Son misiles muy viejos y en la época soviética fueron provistos a decenas de países, por ejemplo Libia, pero la URSS nunca proveyó gas sarín a nadie", aclaró el jefe de la administración presidencial, Sergei Ivanov, ex ministro de Defensa.

Moscú no esconde que sigue vendiendo armas a Damasco, pero si se descubriera que incluyó arsenal químico su situación sería incómoda.