BEIRUT – miles de rebeldes sirios se alejaron de la coalición que se sienta como opositora bajo el respaldo de Occidente y solicitaron un nuevo frente islamista, dejando débil los esfuerzos internacionales para la formación de una fuerza militar pro Occidente para alejar al presidente Bashar el Asad.
Aliados del Ejército Libre de Siria estaban dentro de las 13 facciones rebeldes que no respaldan al liderazgo en el exilio y formaron una alianza islámica que aglutina al movimiento Frente Nusra, con vínculos a Al Qaeda, aseguraron los comandantes.
Los detalles del número de combatientes conformados con la división y cómo cooperarán no se esta claro hasta el momento. Pero, en un video divulgado por internet, un líder de la Brigada Islamista Tawheed señaló que el bloque rechazaba la autoridad del Consejo Nacional Sirio (CNS) y el Gobierno en el exilio de Ahmad Tumeh, que cuenta con el respaldo de Occidente y Arabia Saudita.
Un portavoz del presidente del CNS, Ahmed Jarba, que actualmente se encuentra en Nueva York en la asamblea general de la ONU, aseguró que Jarba se dirigirá hoy jueves a Siria para responder a las críticas.
"No vamos a negociar con grupos individuales. Vamos a presentar una estructura mejor para organizar a las fuerzas combatientes", dijo el portavoz Loay Safi.
El caso es un desatino para los dirigentes extranjeros que hacen esfuerzos por reforzar a los grupos rebeldes más seculares y tranquilizar a los votantes escépticos de una mayor participación en la guerra civil de Siria.
Algunos ahora tienen dudas sobre enviar ayuda a los combatientes, que reciben desde armamento desde el Golfo Pérsico a ayuda no letal desde Europa y Estados Unidos.
Aunque ciertos combatientes islamistas moderados rechazaron que la división significara una enfoque más radical y sectario, un papel más visible de los radicales islamistas a costa del CNS podría reforzar el argumento de Asad de que la alternativa a su Gobierno, basado en un golpe militar de su padre cuatro décadas atrás, es una Siria bajo Al Qaeda.