El presidente estadounidense, Barack Obama, recibió ayer martes el respaldo de fuertes líderes de la oposición republicana para iniciar un ataque militar limitado en Siria, mientras el secretario general de la ONU hizo la instancia de evitar un "baño de sangre" y llamó a la cautela.
Obama sostuvo un encuentro en la Casa Blanca con legisladores de las dos cámaras del Congreso y los titulares de las comisiones legislativas de mayor peso.
El presidente aseguró que el uso de armas químicas que atribuye al gobierno sirio representa una "seria amenaza a nuestra seguridad nacional" y a toda la región, y en consecuencia "al Asad y Siria deben rendir cuentas".
Obama señaló que haría el pedido de hacer un "voto rápido" a los congresistas para una intervención militar "limitada" que no incluya tropas terrestres.
A la salida de la reunión, el titular de la Cámara de Representantes, John Boehner, del opositor Partido Republicano, dijo a la prensa que apoyará "el llamado del presidente en favor de una acción" militar. El congresista Eric Cantor, líder entre los conservadores republicanos, también apoyó a Obama.