» Una de las imágenes más calurosas en el internet, fue el frío saludo de los mandatarios de EE.UU., Barack Obama con el del Rusia, Vladimir Putin..
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Los grandes líderes del G20 inauguraron ayer su cumbre anual en San Petersburgo, que se centra en el desarrollo económico y el empleo, pero trae una fuerte señal por los planes de Estados Unidos que quiere lanzar un ataque contra Siria.
El encuentro inició con un acto oficial en el que Vladímir Putin, presidente de Rusia y anfitrión de la cumbre, hizo el recibimiento de los líderes del Grupo en el Palacio de Constantino, ubicado en la localidad de Strelna frente a las costas del golfo de Finlandia.
Después de la ceremonia inaugural, los líderes estarán en una primera reunión para descutir del "crecimiento económico y economía global", y más tarde asistirán a una cena donde debatirán sobre "crecimiento y desarrollo para todos", de acuerdo al programa oficial difundido.
La crisis de Siria, que no está dentro de la agenda oficial, ha estado ingresando de tal modo en la cumbre que el Kremlin no rechazó en su totalidad totalmente que este pueda ser objeto de un debate formal.
"De momento no se prevé una reunión especial (sobre Siria), pero todo dependerá de los líderes", admitió Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, arribó a la ciudad desde Suecia, se propone obtener apoyo internacional para hacer el lanzamiento de un ataque "limitado" contra Siria.
Obama se miró "seguro" en Estocolmo de que el líder sirio, Bachar al Asad, es responsable del reciente ataque con armas químicas contra la población civil.
Mientras, el Kremlin se ha mostrado categóricamente en contra de una acción militar contra Siria sin el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y sin pruebas claras de la implicación del régimen sirio en el ataque químico.
Entre los grandes dirigentes que han arribado a la antigua capital zarista se encuentra el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien mantendrá una reunión bilateral con Putin.
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