Una gran cantidad de manifestantes lograron burlar un fuerte cerco policial, irrumpieron en un desfile militar por el Día de la Independencia de Brasil en Río de Janeiro y lograron enfrentarse con los agentes durante las horas principales del festejo.
Los reclamantes lograron alcanzar hasta la avenida Presidente Vargas, donde se llevaba a cabo el desfile, a pesar de los aproximados 2,000 policías que se epsarcieron en sus alrededores ante las protestas convocadas por las redes sociales.
Los "indignados", que lograron intentar repetir las grandes protestas de junio pasado, lograron ocupar durante unos minutos uno de los tres carriles de la avenida y se enfrentaron a los agentes, mientras en otra de las vías los soldados mantuvieron con su desfile impasible.
La policía logró obtener gases lacrimógenos y dispersó a los manifestantes, que corrieron hacia calles vecinas donde intentaban reagruparse, en tanto buena parte del público que asistía al desfile abandonaba el lugar en desbandada.
Las autoridades han informado inicialmente de cinco detenidos y al menos un herido, que habría recibido una pedrada en la cabeza.
Diversos movimientos sociales han hecho el llamado a protestar en casi todo el país, en especial en Brasilia, donde el tradicional desfile del Día de la Independencia es encabezado por la presidenta Dilma Rousseff.
Aunque en la capital se esperaba la presencia de unos 50.000 manifestantes, al empezar el desfile no pasaban de unas pocas decenas y protestaban de forma pacífica.