Tras los sismos que estuvieron afectando el istmo centroamericano, el clima quedó algo “inestable” en varios puntos de la región.
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Las autoridades de gobierno Hondureño informaron de que se ha hecho la declaración de una alerta verde (preventiva) en el sur del país, de cara a la amenaza que repita la marejada que el viernes se tragó comunidades costeras, provocó medio centenar de familias afectadas y más de un centenar de hogares y negocios dañados.
La disposición fue externada después de esa marejada, dijo a periodistas el director de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Moisés Alvarado. Agregó que por lo menos 50 familias, que es conformada por 90 adultos y más de 60 infantes, han sido movilizadas a otros lugares que son más seguros, después de que sus casas se inundaron.
Los terrenos más afectados por las olas, que arribaron con alturas de 5 y 6 metros, son la comunidad de Punta Ratón; Cedeño, un balneario muy popular; Los Delgaditos y El Edén, en el departamento sureño de Choluteca, a orillas del Golfo de Fonseca, según el reporte oficial.
La fuerte marea, que se mantiene ayer al cierre de edición de La Jornada, no ha provocado víctimas, aunque sí daños materiales a más de una veintena de viviendas y más de un centenar de negocios, como lo son pequeños restaurantes de playa, señaló el funcionario, que indicó que la Copeco ha proveído de alimentos y otros suministros a las familias evacuadas.
Además, instó a la población a tomar medidas de prevención ante las amenazas de nuevas marejadas de intensidad más fuertes a los oleajes comunes en esa zona. La Copeco indicó el sábado pasado en un comunicado que el fuerte oleaje continuará experimentándose en la costa sur del país hasta el próximo lunes.
