El costo de la reestructuración de la nueva sede del Archivo de Estado en el barrio de Lichterfelde, donde en un momento estaba la guardia especial de las SS de Hitler, incrementó de 42,5 millones a 49 y ahora a 62.
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BERLIN - Alemania esta construyenco con furia bulímica desde la unificación de 1990, con al menos 40 obras que están abiertas por el Estado, pero el incremento sin pausa de los costos y los tiempos han promovido que el ministerio encargado de las construcciones a realizar una advertencia.
En al menos 25 de los grandes proyectos públicos -de los cuales existen 20 sólo en Berlín- no terminan los tiempos ni el presupuesto, esto por los gastos suplementarios astronómicos.
La lista de obras que presentó la ministra Barbara Anne Hendricks son largas y muy caras. Y ni siquiera agrega la nueva sede-bunker de los servicios secretos BND, o el nuevo aeropuerto de Berlín, en cuyo contraste empalidece el tejido de Penélope (los costos estallaron a 5.400 millones de euros, 1.100 millones más que en la última previsión, y la apertura se postergó un año sin que nadie se anime ya a poner nueva fecha).
En Berlín la reestructuración del famoso Museo Pergamon, que es visitado por millones de turistas todo el año, tendrá un precio de al menos 12 millones más, 273 en lugar de los 261 previstos.
La nueva Biblioteca de Estado en la Unter den Linden estará costando 407 millones, y tal vez hasta 442, en lugar de los 326 millones que se tenían en agenda.
El costo de la reestructuración de la nueva sede del Archivo de Estado en el barrio de Lichterfelde, donde en un tiempo se encontraba la guardia especial de las SS de Hitler, subió de 42,5 millones a 49 y ahora a 62.
También la ampliación del ministerio de Defensa en el Tiergarten fue "redondeado" de 114 a 130 millones de euros.
Lo mismo para uno de los edificios del Bundestag, la Marie-Elisabeth-Lueders-Haus, que hospeda además la importante Biblioteca del Parlamento Federal, con costo que incrementó a 195 millones de euros.
Asimismo un edificio del Bundestag en la Wilhelmstrasse tuvo que sufrir un retoque de 34 a 44 millones de euros, del mismo modo que la vieja Biblioteca de Estado en la Potsdamerstrasse, en restauración desde hace años: la limpieza del amianto costará 73 millones en lugar de 63, y la consolidación de la fachada 22 en lugar de 18.
La larga lista tiene además dos símbolos históricos de la capital: la Staatsoper Unter den Linden y el Castillo de los Reyes de Prusia de la dinastía Hohenzollern, que está en reconstrucción.
El teatro del maestro Daniel Barenboim está siendo restaurado, pero tanto los costos como la fecha de inauguración de dilatan en forma continuada (ahora son casi 400 millones, y la apertura después de varias postergaciones en octubre de 2015 parece una utopía).
El castillo de los Hohenzollern, bombardeado en 1945 y demolido por la ex Alemania Oriental en 1950, será abierto en 2017, pero existen fuertes dudas sobre los fondos.
De los 600 millones previstos en total 80 deberían ser aportados por patrocinantes, pero la ministra se encuentra preocupada porque hasta ahora sólo hay 20.